Desde el punto de visto de la historia militar española se abrió un capítulo poco conocido: el de la presencia de tropas de infantería en la defensa de las fronteras orientales del imperio que concluyó con la abdicación de Carlos V.
Al morir el rey húngaro Luis II en batalla contra los otomanos, la corona de Hungría recayó sobre Fernando de Austria, cuñado de Luis por matrimonio del primero con su hermana María, que sería gobernador de los Países Bajos a partir de 1530.