Estaba sentada frente a mi computadora trabajando, cuando efectué una llamada telefónica y me contestó una vieja de mal genio.
¡QUE QUIERE!,
Le dije: ‘Buenos días, ¿podría hablar con diana?’
‘No aquí no vive esa vieja’. Y me colgó el teléfono de la manera más grosera.
Resulta ser
que había marcado un número incorrecto, por lo que procedí a llamar al teléfono indicado.
Después de colgar, observe el número de teléfono errado en mi escritorio; decidí llamar a ese número
y contestó la misma persona que me colgó.
Le dije: – ‘Eres una CULERA’ y colgué.
Inmediat