Aborté cuando estaba en la Universidad, en Veracruz. Era reportera y acababa de hacer un texto sobre las clínica clandestinas y lo hostil, sucio, peligroso que representaba me hizo usar la pastilla: a escondidas, en un hotel porque tenia miedo que mi casera se enterara.
No funcionó y una amiga me recomendó a su ginecólogo que me cobró consulta para regañarme y mandarme con un colega que sí practicaba abortos. Pude abortar en una clínica de maternidad legal, aunque mi aborto fue ilegal, pude pagarlo porque tenia mis ahorros como reportera