Ayer, tras lo sucedido en Paiporta, alguien vio muy claro que Sánchez había quedado... mal. No solo se visualizó claramente el enfado con el Gobierno, sino que en lo personal, la comparación con el Rey era dolorosa.

Había que reconducir eso. La maquinaria se puso en marcha. Lo primero era dejar de cavar, y terminar esa comparación. La visita a Chiva se suspendió en el último momento de común acuerdo entre Gobierno, Casa Real y Generalitat. Tan de común acuerdo que Mazón estaba ya allí esperando el coche de los reyes (le hicieron una entrevista).

Una cronología para desmemoriados:

Diciembre 2017: Se aprueban las leyes de desconexión en Cataluña. Aplicación del art. 155 con votos del "bloque constitucionalista"

Junio 2018: Sánchez gana la moción de censura a Rajoy con el apoyo de Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, Bildu... Enero 2019: Iceta inventa el término "trifachito"

Febrero 2019: Manifestación en Colón contra la negociación con los independentistas

Abril 2019: Elecciones generales. Cs saca sus mejores resultados basandose en la oposición a la negociación de Sánchez con los independentistas

No tengo ni idea de cuánto incrementaría el riesgo de contagio que Madrid, o cualquier otro territorio de los que va a seguir en "fase 0", pero voy a hacer unas reflexiones sobre el lenguaje que se usa para evaluar la situación. Si pedir reducir el nivel de restricciones es "jugar con la salud de la gente", eso mismo es cierto de todas las regiones que si pasan a "fase 1", igual que lo fue pasar a "fase 0". El riesgo aumenta en TODOS los casos. La diferencia no es cualitativa, sino quizá cuantitativa.

A ver si aclaramos una cosa.

En tiempos, a un académico se le suponía una cierta ecuanimidad e imparcialidad. Iba con el cargo, un requisito para poder estudiar con objetividad distintos aspectos. Con el posmodernismo llego una corriente de pensamiento distinta: los acade'micos no intentan encontrar la verdad, pueden contribuir a modelarla. Pueden (e incluso deben) hacer de activistas, promoviendo las causas justas.