Tampoco veo coherente lo de machacar a la UEFA. La UEFA es una empresa (en todo negocio hay un emprendedor, y hay que reconocer su arrojo inicial, valía durante y mérito final), con su gran parte de ayuda para que el fútbol sea el espectáculo que hoy es, del que nos beneficiamos. Como todo negocio que nace, ya sea de barrio, aspira a generar los mayores beneficios posibles. Como tampoco es criticable que los empresarios de los clubes quieran, en cierto momento, prescindir de ese negociante intermediario, ya que se creen con capacidad de autogestión.

La temporada 2006/07 acabó con el Barça B de Quique Costas descendido a Tercera. El Barça C desaparecería. Costas dejó el banquillo para pasar al organigrama directivo de inferiores. Para dirigir el B, la junta y Laporta decidieron contratar a Guardiola sobre Luis Enrique. Vilanova llegaba del Terrasa para asistir a un Pep quiso mostrar humildad e ilusión: "Como jugador fui lo que fui, pero como entrenador parto de cero. No tenía ninguna oferta, así que agradezco al club esta oportunidad. Para mí es un privilegio entrenar al B".

Muchos amigos, muy entendidos del juego, de por aquí dicen que los esquemas son secundarios, que lo esencial son los movimientos de los futbolistas. Yo digo que los esquemas son fundamentales para cada propuesta, y que las acciones de los futbolistas se favorecen (o no) por ellos ¿Por qué? Por la distribución de los espacios. Van Gaal, amante de un 3-4-3 en progresivo desuso, aseguró en 1994 que el 4-3-3 era el -2o- mejor para su propuesta, porque distribuía posicionalmente a los jugadores en el campo mejor que ninguno y porque formaba triángulos de pase.

Mourinho nació como primer entrenador a finales del año 2000. Hijo de ex jugador y entrenador, sus escuelas futbolísticas habían sido la portuguesa, la británica y la holandesa. Estuvo con Robson en Portugal y Barça, y luego con Van Gaal entre 97-2000 en el club azulgrana. Cuando el presidente João Vale e Azevedo solicitó a Mou para ser segundo de Heynckes en el Benfica 99/2000, sabía lo que este podía dar como ayudante. Van Gaal le había dado galones, incluso dejándolo dirigir partidos. Aconsejado por Louis, Mou rechazó ser 2o: solo sería titular.

Con este sistema Tite trata de dar libertad a dos jugadores cuyas esencias la demandan: Arthur y Coutinho. En una suerte de centro del campo escalonado, Arthur se mueve libre hacia el balón para construir y Cou se mueve libre al espacio para tratar de verticalizar en 3/4. Así, difícilmente Brasil va a perder balones en la salida, dada la virtud de Arthur para recibir y proteger, pero también difícilmente va a conectar con Coutinho, dado que les separan muchos metros y no hay nexo entre ambos. Y es que el problema se da en el pivote.

El 9 de junio de 2007 fue el día que el Barça celebró la Liga dos veces y la perdió una. El día donde el último Barça campeón de Liga de Rijkaard, su último buen Barça, se enfrentó al Espanyol subcampeón de UEFA de Valverde, el mejor Espanyol de Ernesto. El día que quebró una era La salida de Del Bosque en 2003 siendo campeón de Liga fue la última alegría de un Madrid ganador en España y Europa. Hasta 2007, el baile de entrenadores blancos relevó al de técnicos barcelonista del lustro anterior. Al Barça llegó Rijkaard y pasó esto:

https://twitter.com/javihipo/status/1043895600092270592?s=21

En el verano de 2003 llegaba al Barça el cuarto técnico holandés de su historia. Bajo la presidencia de Montal, Michels casi había monopolizado el banquillo en los 70. Cruyff y van Gaal habían sido los elegidos por Núñez para los 90. En los 2000, Laporta, apostaría por Rijkaard. Un lustro después, Frank Rijkaard había hecho olvidar el peor lustro barcelonista que llega a la memoria, superado el trauma de la era Gaspart, ganado la segunda Champions y, hasta la llegada de Pep, se había convertido en el segundo entrenador más importante del club.

El Gamper de 1993 es quizá el más nostálgico que me vienen a la cabeza. En aquella final se enfrentaron el Barça de Johan Cruyff y el Tenerife de Jorge Valdano, dos técnicos y sus dos equipos que marcaron una época con sus revolucionarias e innegociables apuesta por el balón. Los invitados fueron el Hadjuk Split, como parte del fichaje de Vucevic en 1992, el Girondins, que había finalizado segundo en Francia tras solo un año en la máxima categoría y que tenía a Zidane, y el propio Tenerife, que había entregado dos Ligas al Barça desinteresadamente.