I'm No Angel. Roma💕
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Feb 7, 2019 • 14 tweets • 6 min read
@QLBeauchamp Llevaba una semana en Londres, y en ese periodo de tiempo, siete días, 168 horas, su estado de ánimo había cambiado casi tanto como había oído las campanas de St Margaret tocar. Bueno, quizás no tanto. >
@QLBeauchamp Pero que esa semana había sido una sucesión de altibajos tanto físicos como emocionales era una buena forma de resumirla. De esos siete días se acordaba perfectamente de uno. Y de los tres siguientes. Las tres veces que había bajado a deyunar a Pall Mall. >
Feb 2, 2019 • 10 tweets • 4 min read
@QLBeauchamp “Sé quién eres” Un escalofrio, que no tenía nada que ver con el aire gélido de la tarde, le había recorrido el cuerpo en el momento en que Quentin había dicho esas palabras. >
@QLBeauchamp La primera reacción que había tenido había sido desearle buenas tardes y alejarse. Pero al momento, Quentin había enlazado su nombre con el de Hal. ¿Se refería solo a su apellido? ¿a su carrera militar? >
Jan 28, 2019 • 6 tweets • 3 min read
@QLBeauchamp “…a mis habitaciones” Si tuviera solo veinte años hubiese pensado que era tan solo una frase sin más. A sus treinta y tres y tras una retahíla de …experiencias en su pasado, esas palabras tenían diferente significado para él. >
@QLBeauchamp *Supongo que solo alguien como nosotros se percata de ciertos gestos*
O quizás le estaba errando por completo. Quizás extrañaba tanto el calor humano de otro cuerpo junto al suyo que se estaba dejando llevar por anhelos. >
Jan 27, 2019 • 7 tweets • 3 min read
@QLBeauchamp Simplemente se recostó sobre su sillón escuchando el recuento sobre su propia persona. Era bastante preciso pero mientras Quentin le describía, no se daba cuenta de que al mismo tiempo se estaba mostrando como era, o quien era delante de él. >
@QLBeauchamp Tomando su vaso, ofreció silencio, para tener tiempo para pensar a la vez que para darle confianza sobre observaciones.
-Eres metódico, analítico, y te gustan los acertijos - un destello brilló en sus ojos verdes, quizas era el alcohol, quizas no esperaba la respuesta. >
Jan 24, 2019 • 5 tweets • 2 min read
@QLBeauchamp Hasta que Quentin no había nombrado el hambre, no se percató de su estómago, sin embargo en el momento en que una taberna fue mencionada, éste le hizo saber que estaba de acuerdo con el señor Bell. El señor Bell. No, prefería llamarle Quentin aunque solo fuese en su cabeza. >
@QLBeauchamp Aún no había visto la planta superior, pero a decir verdad, solo había entrado porque…porque quería distraerse. Un buen filete de ternera con salsa de vino porto, patatas al horno y buena compañía le distraería. >
Jan 24, 2019 • 6 tweets • 3 min read
@QLBeauchamp *¿Millicomo?* No, no veía los tapices, lo que veía, sentía, era esa mano en su brazo, agarrándole con una familiaridad, como si se conocieran de años y haciendo que su cuerpo se tensara. Despacio retiró la mano de Quentin de su brazo y la soltó, como si se hubiese quemado. >
@QLBeauchamp No, no quería ningún contacto. Se conocía, y bajo ningún concepto iba a dejar que su cuerpo dictara nada, ni le controlara. Echó un paso hacia atrás, callado, observando. A decir verdad, los tapices no eran algo que le interesara mucho. Al contrario que a Hal o a Minnie.>
Jan 22, 2019 • 5 tweets • 2 min read
@QLBeauchamp Se quedó con la boca abierta como si fuera uno de esos peces globo que había visto en casa de Lord Anderson, queriendo decir algo, pero sin saber qué. Todo pasó en cuestión de segundos. Una invitación, una característica privada sobre él, y una disculpa. >
@QLBeauchamp Y el caballero se alejó dejándole por un momento perturbado. Había algo extraño en Quentin Bell, no sabía bien el qué, pero su sexto sentido nunca le había fallado. O sí, según que época de su vida que visitaba con su mente. >
Sabía que había regresado a casa por varios motivos. El más evidente. La lluvia. No es que en Cuba no hubiese llovido, pero no de la forma incesante que lo hacía en tierras inglesas. Tres dias. Tres dias sin parar.
Desde la ventana de una habitación en el cuartel donde aún le dejaban quedarse de vez en cuando, miraba las gotas de la lluvia caer sin prestarle mucha atención al libro que tenía entre manos. Y comenzó a contar.