Cuenta a cargo de Mauricio Montiel Figueiras, escritor y editor mexicano.
Instagram: @mmfigueiras
Libro más reciente: “El funeral” (Salto de Página, 2023).
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2. “Diario de un viaje a las Hébridas con Samuel Johnson” (1785), de James Boswell. 
2. Un buen narrador no escribe “Sofía era hermosa” y se sigue de largo. Un buen narrador se detiene en el lunar en un pómulo de Sofía.
2. “El ángel negro” (1991), de Antonio Tabucchi. 
2. “La tumba sin sosiego” (1944), de Cyril Connolly. 
Víctima de tuberculosis crónica, Chopin murió cuando tenía apenas treinta y nueve años. Una imagen indeleble lo ubica en su lecho de muerte, escupiendo sangre mientras las damas de alcurnia de París lloran a su alrededor y algunos dibujantes lo retratan a toda prisa. 
2. Toda escritura, de alguna manera, es un acto social. Eso no quiere decir que el escritor, en el momento de escribir, piense en los lectores. Pero no hay que olvidar que, mientras uno escribe, al mismo tiempo lee.
2. “Un habitante de Carcosa”, de Ambrose Bierce: . ciudadseva.com/texto/un-habit…
2. Una historia es el campo de energía producido en el alma de uno de nosotros por la vibración inesperada de una tesela del mundo. Su génesis puede durar un instante o incubarse durante años. Su tiempo de germinación es un misterio.
2. “Prefiero ser abucheado por un buen verso que aplaudido por uno malo.” Victor Hugo.
2. Un mundo que se puede explicar aun con malas razones es un mundo familiar. Pero, por el contrario, en un universo privado repentinamente de ilusiones y de luces, el hombre se siente extraño. Es un exilio sin recurso, pues está privado de los recuerdos de una patria perdida.
2. Se encontraron en el café de costumbre. Se sentaron en la mesa de costumbre. Intercambiaron los silencios de costumbre.
“Buenos días, última página de mi vida”, escribió Antón Chéjov al pie de una carta enviada a la actriz Olga Knipper (1868-1959). El que ama se vuelve lector. 
Cuatro días antes de llenarse los bolsillos con piedras e internarse en el río Ouse, Virginia ve a su esposo Leonard cuidar unos arbustos. El rododendro, del griego “rhódon” (rosa) y “dendron” (árbol), florece en primavera. Todas sus partes son tóxicas y aun mortales si se comen. 
Curada por Didier Ottinger, director adjunto del Centro Georges Pompidou, la exposición se dividió en dos vastos hemisferios cronológicos: el periodo formativo de Hopper, que comprende de 1900 a 1924, y su etapa madura, que abarca de 1924 a 1966. 
Víctima de tuberculosis crónica, Chopin murió cuando tenía apenas treinta y nueve años. Una imagen indeleble lo ubica en su lecho de muerte, escupiendo sangre mientras las damas de alcurnia de París lloran a su alrededor y algunos dibujantes lo retratan a toda prisa. 
Pero habría que clarificar: se quedó dormida al cabo de ingerir una dosis de los somníferos que venía consumiendo desde hacía unos años para conciliar el sueño que la rehuía como un caballo salvaje. 
2. “El perro canelo” (1931), de Georges Simenon. 
2. Con la depresión dejamos de reconocernos. Nos asomamos al espejo para confrontar a una persona extraña que tiene nuestros rasgos y ha usurpado nuestros gestos. Hay que batallar por volver a empatar sujeto y reflejo.
2. Siempre rechacé los llamados “medios intelectuales”. Tengo amigos escritores, pero en primer lugar son amigos y después escritores. Nunca me acerqué a nadie por el hecho de que, como yo, escribiera. Me repugna el mundo superficial de los literatos.
Estas palabras hallan eco en el famoso verso que abre la segunda de las diez “Elegías de Duino” de Rainer Maria Rilke, “Todo ángel es terrible”, y dibujan con nitidez una infancia sobrevolada por el espectro de la madre muerta de tuberculosis y surcada por la violencia del padre. 
2. Toda escritura, de alguna manera, es un acto social. Eso no quiere decir que el escritor, en el momento de escribir, piense en los lectores. Pero no hay que olvidar que, mientras uno escribe, al mismo tiempo lee.