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Para diciembre de 1914 unos 100.000 soldados se encontraban en las trincheras en el Frente Occidental de la Guerra. Los ataques empezaron a ser repelidos y la construcción de trincheras fue una constante en ambos bandos.
El almirante William "El Toro" Halsey (En la foto) se encontraba al mando de la tercera flota de la armada de los Estados Unidos. Él, su flota y hombres venían de la victoria en la mayor batalla aeronaval de la historia, la Batalla del Golfo de Leyte.
Este plan fue solicitado por el almirante Yamamoto, comandante en jefe de la flota combinada, respondiendo a una orden para enfrentar las provocaciones de Estados Unidos y el Reino Unido.
El objetivo de ese ataque era hundir la flota de portaaviones estadounidenses destinado a la defensa del Pacífico. Esto posterior a muestra de poderío al mundo para rechazar unas medidas que EEUU y el Reino Unido estaban imponiendo sobre el imperio del sol naciente.
Apoyados en radares, los buques estadounidenses abrieron fuego y hundieron un destructor japonés. Tanaka respondió lanzando numerosos torpedos que alcanzaron y hundieron un crucero estadounidense y dejaron gravemente dañados a otros tres.
Durante noviembre de 1942, después de que los aliados empezaran a tener verdaderas opciones de victoria en el norte de África, Hitler solicitó desplegar una operación que garantizara el control total del Mediterráneo.
Primero que todo habría que entender por qué los japoneses querían atacar a Estados Unidos. Básicamente hay dos razones:
El USS Indianapolis era un crucero de la clase Portland, cuyo número de casco era el (CA-35). Tenía una eslora de 180 m., alcanzaba una velocidad de 32.5 nudos (60 Km/h). Su armamento principal constaba de 9 cañones de 203 mm dividido en 3 torres triples.
Los aliados veían la necesidad de hacer un desembarco que permitiera crear un segundo frente terrestre para combatir a Alemania. Para mediados de 1942 la URSS lidiaba con la mayoría del ejército nazi e Italia aún no se había rendido.
Los bombardeos atómicos suponen la estocada final para que Japón decidiera rendirse ante los aliados. Si bien era una idea que ya venía debatiéndose, y que dividía al alto mando militar japonés.
La Guerra en Europa había iniciado el 1 de septiembre de 1939, cuando tropas alemanas invadieron el puerto polaco de Danzig. Anteriormente los alemanes habían aleccionado otros estados. El 3 de septiembre Reino Unido y Francia declararían la guerra a Alemania.
La Guerra de las Malvinas no solo fue un conflicto armado, sino el choque de dos narrativas históricas y reclamos de soberanía sobre las islas. Argentina buscaba recuperar lo que consideraba su territorio nacional, mientras que el Reino Unido defendía la integridad de un territorio bajo su dominio
Los nipones querían desestabilizar a las potencias del Pacífico (China, Reino Unido y Estados Unidos) para tomar poder sobre toda Asia Oriental y Oceanía.
El Plan de Guerra Rojo fue un documento desarrollado durante el período de entreguerras (1919-1939). Detallaba acciones para defenderse de un ataque Canadiense, una invasión británica de Estados Unidos o una guerra entre EEUU y Reino Unido.
Luego de años de guerra, los japoneses se encontraban en resistencia en cada rincón donde aún sus tropas se encontraban. Sin embargo, la falta de recursos habían frenado por completo a la Armada Imperial y a la Fuerza Aérea.
Los bombardeos atómicos suponen la estocada final para que Japón decidiera rendirse ante los aliados. Si bien era una idea que ya venía debatiéndose, y que dividía al alto mando militar japonés.
El HMS Barham era uno de los acorazados clase Queen Elizabeth. Participó en la Batalla de Jutlandia, en la Primera Guerra Mundial; y en la Segunda, había sido enviado al Mediterráneo para enfrentar a la Regia Marina Italiana.
Para 1944, los japoneses llevaban 2 años de constante retiradas y repliegues estratégicos. Los aliados los enfrentaban con todo su poderío y fuerza militar. Por ello el alto mando japonés creó la operación Sho-Go, cuya traducción es “Victoria”.
A eso de las 8:00 a.m. un escuadrón de reconocimiento divisó la flota japonesa dirigiéndose al sector donde los estadounidenses habían realizado su desembarco.
Además, la debemos entender como una serie de batallas paralelas, no como única. En primer lugar, la Batalla de Paso de Palawan, la batalla del mar de Sibuyán, la batalla del estrecho de San Bernardino, la Batalla del Estrecho de Surigao y la batalla del mar de Samar.
El reto era construir un navío que no fuera del gran tamaño de los acorazado, pero que fuera mayor a los cruceros. Capaz de enfrentar a los clase Deutschland y Scharnhorst alemanes o el crucero tipo B-65 (nunca construido) japonés.