Bueno, después de ver #thetinderswindler, y como ya pasaron casi dos años, creo que ya puedo hablar de cómo fui catfisheada (estafada) por un tal Guillermo Ortega (ojo, si digo su nombre es porque quiero evitar más víctimas de las que ya hay). Abro hilo:
Todo empezó en marzo de 2020 (Mérida) cuando apenas llevábamos unas semanas de pandemia. Entré a Tinder, como de costumbre, y entre las miles de personas aburridas encontré a Guillermo. Tenía tres fotos de muy mala calidad, de esas que se ven tomadas en el 2008 con un BlackBerry.