Siempre que veo pasar discusiones sobre cómo enseñar historia en colegios, recuerdo a una profe de religión que tuve en la básica. Ella fue la que nos contó que a los dinosaurios los mató un meteorito. ¿Y quién venía en ese meteorito? ADÁN Y EVA, CTM. Abro hilo. Según ella, los dinosaurios no contradecían la biblia. Dios los hizo junto a los otros animales pero luego descubrió que asolaban la tierra. Por eso inventó al hombre. Entonces los destruye con este meteorito y en él venían Adán, Eva Y SUS HIJOS.

Es noche de Oscares, así que hablemos de un pequeño detalle en el origen de la ceremonia. Los primeros Academy Awards se dieron en 1929. La academia tenía menos de tres años de vida. Su discurso público era "fomentar las ciencias y artes del cine". Sin embargo, había algo más. Como se cuenta en la biografía de Louis B. Meyer, uno de los más poderosos productores del período, la academia se fundó para "mantener control sobre los trabajadores de los estudios" y desmotivar que se organizaran a espaldas de la gerencia. Es decir: una instancia antisindical.

Una cosa que me gusta mucho son esas escenas de películas donde un personaje le cuenta una historia (breve) a otro personaje. Mi favorita, lejos, es el naufragio del USS Indianapolis que cuenta Quint en Tiburón. Pero también está ese momento donde Chris Evans cuenta su historia de conversión en Snowpiercer. O cuando Tom Atkins le cuenta la muerte de su novia al protagonista de Night of the creeps.