Cinco años después de Barcelona 1992, Jordan regresó al viejo continente con trato de estrella de Rock. 
Jordan selló un contrato garantizado de cinco años con dos de opción. El total fue de poco más de seis millones e incluía un bono por firmar de un millón. Hoy parece poco, pero en ese momento fue el 3° contrato más alto de un novato en la historia (detrás de Sampson y Olajuwon). 
Dos milagros deportivos nacieron en el mismo hospital de Akron, Ohio, con cuatro años de diferencia.
Empecemos por saber quién fue Pete Maravich. Su apodo fue Pistol porque llegó a promediar 44 puntos en LSU, números a los que nadie ni siquiera se pudo acercar. Sus calcetines grises fueron su marca registrada. 
Jordan, ahora, está en una de las habitaciones del hotel en Park City, un resort a 40 km. de Salt Lake City. Es la noche anterior al juego.
Magic Johnson-Larry Bird. Larry Bird-Magic Johnson. Herederos de Wilt Chamberlain y Bill Russell. El duelo que motorizará la NBA hasta la llegada de Michael Jordan.
Los que intentaron alguna vez, en vano, cambiar la historia con la pelota en las manos. Los que lo quisieron en algún momento pero ya no. Los panelistas de asados frecuentes, los que se divierten entre amigos, los que discuten y se enervan por una idea estéril que morirá con la misma impronta que nació.
9 de mayo de 1990. Borislav Stankovic, Secretario General de FIBA, y David Stern, comisionado NBA, firman un acuerdo para permitir que los jugadores de la NBA participen en eventos FIBA. La firma se produce como resultado previo de una votación favorable, con resultado 56-13, ocurrida el 8 de abril de 1989 en el Congreso Mundial Extraordinario de la FIBA.
LARRY JORDAN, NORTH CAROLINA 
Hay que tener cara para mirar de reojo a Larry Bird y ofrecerle un papelón así. Faltarle el respeto a ese ejemplo de competidor.
LUZ, CÁMARA, ¡ACCIÓN!
Empiezo diciendo que esto es completamente subjetivo. Los nuevos fanáticos de la Liga disfrutan del show y está muy bien, pero yo extraño la competitividad de décadas anteriores. Antes los jugadores se dedicaban más a jugar y menos a descansar.
El abrazo con Liliana, su mujer, se da entre lágrimas. "Cuida bien de Andrei. Todo mejorará, lo prometo", dice. Pero en el fondo, no lo sabe. 
Empecemos por el creador: Alan Parsons. “Sirius”, el preludio del LP Eye in the Sky de Alan Parsons Project de 1982, llegó a los oídos de los fanáticos de la NBA a finales de los años 80. 
Kobe Bryant mantenía sus ojos en el vacío. Cargaba el peso del equipo tras la salida de Shaquille O'Neal y los fanáticos no tenían paciencia.
Cuando los Pistons viajaban a Los Angeles, Magic le dejaba las llaves de su casa a Isiah. Era asi siempre: mirarse, reír, y disfrutar. 
Bueno, en honor a la verdad completa, todo no fue. Pero sí gran parte. "Al final de una gira en la que no habíamos perdido, Larry nos habló a los jugadores y a los medios. 'Mañana jugaré con la mano izquierda. Al menos durante tres cuartos'". 
Kareem no nació con ese nombre: Ferdinand Lewis Alcindor Jr nació en Manhattan en 1947. 
La cuestión es clara: la mayoría no puede imitar, por ejemplo, a LeBron James. Se lo contempla y admira. Un atleta capaz de besar el aro en cada salto. O Michael Jordan, que dormía una siesta en cada vuelo. ¿Curry? Muy distinto. 
Con 41.9 segundos en el reloj, Phil Jackson pidió tiempo muerto. Las camisetas rojas emulaban el incendio que ocurría en ese círculo de jugadores. Una daga de Stockton desde detrás del arco había calado hondo en el corazón de los Bulls. Todo indicaba que tendríamos séptimo juego. 
"No se trata de los bloqueos que colocas, sino de que el rival sienta siempre que lo vas a bloquear", decía Bill Russell.