Efectos del consumo de p*rnografía en el cerebro 🧵 🧠 el consumo habitual de p*rnografía puede alterar el funcionamiento del cerebro, posibilitando la adicción: al ver p*rno se libera dopamina, y cuando es frecuente, se pierde la capacidad para mantener un equilibrio en el «sistema de recompensas», debido a su repetición.

Hoy es inevitable sentir una sensación de desconexión respecto al 8M para todas las que vemos el feminismo como forma de lucha: un día que debiéramos poner de manifiesto las dificultades de ser mujer (y trabajadora) termina convertido en el juguete roto del capitalismo. Empresas que regalan a sus trabajadoras «por ser su día», tiendas de ropa que aprovechan la temática para aumentar los beneficios; podría ser un día como otro cualquiera pero con extra de cinismo y consumismo... sumado a la oportuna instrumentalización de la mujer.

Hilo de cosas «que no iban a pasar» con la ley trans, pero han pasado (y la legislación lo ampara) 🧵👇🏽 theobjective.com/espana/politic…

Hay cantidad de gente que dice que haber empezado a politizarse en el feminismo desde joven le ha servido para ver sus carencias, y como causa natural, terminar militando en el comunismo. Para mí ha sido al revés. Empecé acercándome al marxismo desde posiciones poco madurativas, hasta aprender a diferenciar entre trotskismo, revisionismo, socialismo, etc. Pero hasta que no llegué a leer feminismo no elevé una formación hasta entonces limitada y sobre todo, masculinizada.

Si os parece, procedo a desmontar ese despropósito de hilo bautizado «por qué los comunistas no somos feministas» lleno de falsedades e imprecisiones para, una vez más, atacar y apartar el feminismo. El movimiento feminista habla de *las mujeres* como algo homogéneo (o más bien, sin especificar apellido) porque ser mujer solo tiene una única definición, que es su sexo, y a partir de ahí se construye lo demás. La misoginia *no deja de existir* por burguesa que seas.

¿Qué ha pasado en los países regulacionistas o donde comprar, vender y consumir prostitución es legal? 🧵 🇩🇪 En 2002 se aprobó una ley en Alemania con la intención de despenalizar la prostitución y convertirla a todos los efectos en un trabajo, considerando que el problema era la «falta de derechos» y el «estigma» de las mujeres que ofrecían sus servicios sexuales.

Hilo sobre el modelo abolicionista sueco 🧵👇🏽 🇸🇪 En 1999 se aprobó una ley contra la prostitución que penalizaba la compra de servicios sexuales con multas y penas de prisión al considerar la demanda como principal responsable detrás de la explotación sexual y la trata de mujeres.

🧵 ¿Qué dice el marxismo sobre la prostitución? 🇧🇫 La prostitución es compendio de todas las formas de esclavitud femenina. En cada prostituta debemos ver una mirada acusadora dirigida a toda la sociedad. Si combatimos la prostitución, salvamos a nuestras madres, hermanas y mujeres. Salvamos al mundo y nos salvamos a nosotros.

Eres una chica de 19 años, estás estudiando y buscas un trabajo que te permita ganar algo de experiencia y tu primer salario. Durante meses envías tu currículum a diferentes ofertas, apenas recibes llamadas y lo que hay son contratos temporales y sueldos precarios. Después de mucho esfuerzo, aceptas un trabajo a tiempo parcial como dependienta en una tienda de ropa para compaginar con tu carrera: trabajas varias horas al día, por las tardes estudias y a final de mes recibes una compensación mínima.

Gestar un bebé por trasplante de útero no es un hito médico, es la explotación de una mujer que vivirá con graves secuelas por la extirpación de un órgano sano, un recién nacido sin llegar a término y las delicias de una sociedad abriendo la puerta al transhumanismo. Ante todo ha sido un paso más en alimentar a aquellos monstruos que, entre un viejo mundo que se muere y otro que está todavía por aparecer, surgen para exigir transformar los deseos en derechos, la máxima de un neoliberalismo que arrasa sin importarle quién caiga.

El poliamor, las relaciones abiertas o el tener varias parejas es la respuesta que la sociedad de consumo ha dado ante los cambios en las tendencias sociales que han permitido poco a poco cuestionar *la familia* tal y como la conocemos a través de la monogamia. Hacía falta una opción generacional que fuera más allá de entender la vida en el matrimonio como institución de propiedad sobre la mujer, y en plena crisis con un modelo social agotado, el capitalismo ha encontrado convertirnos en consumidores en lugar de individuos.

Son las ocho de la mañana: tu bebé se despierta para comer y te levantas a hacerle un bibe o darle el pecho hasta que vuelva a quedarse dormido, aunque a ti ya se te ha quitado el sueño, así que empieza tu jornada. Aún con el cansancio, te debates entre recoger los juguetes tirados en el salón, fregar los platos de la cena de anoche, clasificar la montaña de ropa que tienes apilada para poner una lavadora o tener que salir a hacer la compra.

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En algún momento tendríamos que hablar de cómo los medios de comunicación contribuyen a normalizar la violencia expuesta desde la pornografía presentándola como un fetiche de una minoría que planta cara a una mayoría aburrida, tradicional o como dicen, «vainilla».

Un día conoces a un hombre con el que llegas a casarte y empezáis una vida juntos. Al poco te quedas embarazada, tenéis dos niñas y la situación exige que, ya que él gana más, seas tú la persona que deje de trabajar y se quede en casa cuidando de vuestras hijas. Al principio bien, piensas. Puedes ver cómo las niñas crecen y tener tiempo para recuperarte y cuidarte en tu postparto sin estar pendiente de guarderías o de conciliar horarios, y ya en un par de años, cuando sean algo más mayores, poder volver al mercado de trabajo.

Se acerca el 8 de marzo y debido al capitalismo ya resulta un día más parecido a cualquier otro de temática festiva en el calendario (anuncios, descuentos en tiendas, escaparates cubiertos con colores morados) que a una reivindicación política necesaria en la sociedad (lo que es) Pero su desideologización ya no solo supone la pérdida del carácter de clase, en un significado revolucionario, con lo que ello implica, como el hecho de equiparar a la mujer trabajadora que limpia casas señoriales con la mujer burguesa que es propietaria de su tiempo y dinero,

Se habla poco de cómo este canon de mujer está basado en la dicotomía «madre - puta» pues lo que un hombre ve en él es la fantasía sexual que ha creado a través del porno (culo, tetas enormes) mientras lo que quiere para sí es el prototipo de «tradwife» o ama de casa tradicional.

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Es por ello que muchas mujeres en la industria pornográfica acaban con este tipo de cuerpos (incluso con bótox o aumento de labios) a una edad temprana porque saben que ajustarse a la mirada masculina (que es la que demanda) es asegurar una mayor proyección en su «carrera».

«Ver a mi esposo enamorado de otra persona me hace feliz y no me da celos», pues no lo sé, pero más que un proceso de «deconstrucción» solo me parece una forma de tolerar en pareja el mismo machismo de siempre en nombre de un supuesto amor «libre» y «sin ataduras». Sobre todo cuando esta clase de ejemplos los encarnan relaciones formadas por un hombre que juega a dos bandas con dos mujeres y en esencia, el discurso poliamoroso para todo lo que sirve es terminar interiorizando que sentir malestar por falta de algo exclusivo es *tóxico*.

🤔 «Defiendo los vientres de alquiler porque las mujeres tienen el derecho a hacer lo que quieran con su cuerpo».

Acompáñame en este hilo analizando lo que es y qué supone realmente la gestación subrogada... En el proceso de alquiler, las madres gestantes firman un contrato cuyas cláusulas de antemano estipulan lo que puede o no puede hacer la mujer durante el proceso y los derechos o no que tiene.

Por ejemplo: renunciar a cualquier vínculo (legal y afectivo) respecto al bebé.

Yo no creo que existan trans «de verdad» y trans «de mentira». Lo que sí pienso es que entender el género como identidad individual ha permitido la apropiación de las necesidades de las personas con disforia, y de ahí la distinción existente entre «transgénero» y «transexual». Por «transgénero» podríamos entender el movimiento que defiende la autodeterminación, que no es necesario tener un físico determinado (pasar un tratamiento hormonal, cirugía...) para obtener la modificación de la mención registral del sexo (lo que consideran un derecho).

Es mentira que la ley trans afecte a un 0,3% de la población. La «autodeterminación» del sexo en el registro civil, sin informe médico o terapia, se extiende a cualquiera que así quiera hacerlo. A partir de ahí, la crítica: oponerse a falsear la realidad a través del deseo. El problema aquí de base es legitimar que una persona que manifiesta un rechazo activo por su sexo (algo con lo que se nace y que no se elige), merece ser cambiado adaptando el contexto a la percepción del ser, creando así una identidad incuestionable cuya duda es «patologizar».

Feminismo también es aprender que la narrativa «eres muy madura para tu edad» tan solo es un invento patriarcal para excusar el interés sexual masculino por la adolescencia, normalizando la atracción de hombres por mujeres jóvenes que son cosificadas, fetichizadas y manipuladas.

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«Las niñas maduran antes que los niños» obvia una socialización dedicada a poner ya desde la infancia el peso del cuidado o la responsabilidad sobre las mujeres, para justificar un contexto en el que la desigualdad supone una forma de atracción mediante relaciones de poder.