Ese hermoso proyecto que a últimas fechas se llamaba Biblioteca Secreta, nos está haciendo un llamado a la acción para conversar con CEDRO y terminar con la censura y apelar al acceso a la información como sociedad democrática que decimos ser.
De nuevo, compartir epubs, pdf, etc. No debería de ser un delito. Y las grandes corporaciones no deberían de decir que defienden derechos de autores, porque ciertamente a nosotras, en general, no nos han preguntado.