Hace dos cursos, un alumno de mi tutoría de 3Eso le dijo, bastante avergonzado, a la profesora de cultura clásica, que no había terminado el trabajo sobre los dioses griegos porque su madre le había visto haciéndolo y le había dicho: "dile a la maestra que nosotros creemos en
Dios y esto no quiero que lo hagas". La profesora, nueva en el centro, me lo contó asombrada. Le expliqué que este tipo de cosas, en un instituto de mayoría evangélica y de familias con nivel socioeconómico y cultural muy bajo (algunos padres casi o totalmente analfabetos)