"Estos momentos son para ayudarse", me dijo hoy un viejo, veterano de tres guerras, casi postrado en una cama, con una hija desaparecida.
En medio de este remolino cabe preguntarse: ¿cuánta ayuda nos hemos dado entre iguales?, ¿cuánta verdadera solidaridad sin estar cruzada por el trámite frío del Estado?, ¿por qué creen que existe tanta fractura dentro de un pueblo que se devora a sí mismo?