Venezuela en su época de oro tuvo mano floja y le abrió las puertas a los extranjeros ilimitadamente. Las generaciones doradas de venezolanos que nos llenaban de orgullo, porque fueron una suerte de manada de profesionales y de primera categoría, ahora tienen entre 40 y 70 años;
es decir, están en la curva descendente de la edad productiva. Las siguientes generaciones en su mayoría han visto la corrupción y el cyber buhonerismo, como valores; por tanto, hoy por hoy, son su modus vivendi. El estudio, la profesionalización y la honestidad han dejado de ser