Solo frente a Edmundo

(Crónica de una semana de esperanza y dolor)👇 El domingo 28 de julio los venezolanos votamos de manera masiva, dando muestras incuestionables del deseo de cambio en paz. Luego de una campaña electoral completamente desventajosa en la que se persiguió y criminalizó a la oposición, ésta logró un triunfo claro y contundente.

En estos tiempos en que se habla tanto de fascismo por todas partes, conviene aclarar un poco el término.
Abro hilo y enebro aguja: El fascismo es un una ideología, una forma de gobierno surgida, justamente, en la Italia fascista de Mussolini (fascio di combattimento).

Produce mucho dolor tantas muertes en nuestro país. Es el COVID-19, el hambre, el hampa, la tortura...
No pocas veces se pregunta uno si esto es parte de un calculado plan de exterminio y aniquilación. Y es que las causas de estas muertes se debe, fundamentalmente, a la acción y omisión del régimen. Hoy falleció la madre de una amiga querida. Sufrió un derrame y no fue recibida en ningún hospital.

Esta gente que tanto tiempo ha, maltrata a Venezuela, es la muestra más fehaciente de eso que Festinger llamó la “disonancia cognoscitiva” es decir: la contradicción entre los valores que se proclaman y el comportamiento negador de tales valores. Algunos ejemplos: I - Se proclamaron defensores de la vida, contrarios al maltrato de la gente y se han convertido en criminales y torturadores. Su conciencia necesita una justificación: son terroristas, enemigos del pueblo, conspiradores, magnicidas, etc.

La realidad es que el derecho internacional no existe. Es decir, no existe como derecho jurídico. Según los clásicos, para que exista de esta manera, el derecho tiene que estar respaldado por alguna capacidad de exigir por la fuerza su cumplimiento. Maduro viola todas las normas de "derecho internacional", pero solo habrá acciones contundentes cuando haya asesinado a demasiada gente, cosa que, sin duda, está dispuesto a hacer.