1- Hace rato que el pueblo debería aceptar que no hay gobierno ni gobernante. Que los servicios públicos están al borde de colapso. Lo que tenemos es un bufete de abogados corporativos y empresarios liderados por un administrador de “fondos de cobertura”. 2- Llevamos décadas eligiendo a tipos como el ocupante de la Fortaleza que todo lo ve como una transacción y todo resultado conlleva el lucro de alguien. Al igual que con María, no esperen la eficiencia del gobierno en su respuesta a este evento devastador.