La plomada, símbolo de la rectitud y la vía de la virtud individual, es el emblema de las principales enseñanzas que se recoge en el grado de Aprendiz masón. El Segundo Vigilante, Maestro encargado de su formación, la lleva colgada de su collar como enseña propia. "Aplomar", "estar a plomo" son expresiones masónicas que significan buscar la rectitud en las cosas, la perfección matemática que nos inspira belleza y armonía con las cosas.