La madrugada de ayer nos dio una de las mejores historias de todos los tiempos de los Juegos Olímpicos.
Parece una exageración pero no lo es. Algún día será una película o un documental.
Esta es la historia de Anna Kiesenhofer, campeona femenina de ciclismo en ruta #Tokyo2020
Kiesenhofer aterrizó en Tokio como una más de las 67 ciclistas de 40 países que participarían de la prueba.
No es que no era candidata: Anna era totalmente desconocida. Sin equipo profesional ni compatriotas, era imposible que pudiera luchar con el cuarteto de lujo holandés.