NO QUIERO QUE TODO PASE
Escribo desde un dolor que hoy es el de la familia de Joaquín pero antes fue de la de Sandro, la del Oso, la de Bocacha, la del Trinche, la de cientos de madres y padres, de sus amores, sus hermanos, sus hijos.
¿Cómo levantarse de tantas tristezas? No, no hay modo. Sólo queda seguir adelante y transformarlas en reclamo, en lucha, en resiliencia.