Os voy a contar una historia. Hace algo más de 30 años, yo, con mis 18 años estaba montado en una ambulancia a pie de autopista. No era como las ambulancias de ahora. Básicamente era un coche ranchera con una camilla,
una botella de oxígeno con mascarilla, un ambú y un botiquín con vendas, gasas, esparadrapo y una correa de cuero para hacer torniquetes.
Con eso debíamos, unos chavales de 18 o 19 años enfrentarnos a accidentes de tráfico graves y otras dolencias.