En el día de ayer a la madre de una conocida, ingresada por Covid en el hospital Calixto García, el enfermero que debía ponerle el Rosefín se guardó el bulbo en el bolsillo y se disponía a inyectarle agua.
La paciente aún con oxigeno estaba alerta y se dio cuenta de la situación y protestó. El hijo que la acompañaba dio parte a la policía, mientras las demás enfermeras trataron de negar el hecho delictivo y lo defendieron.