Desde el gobierno de Fox, México tenía 19 años ahorrando recursos, de forma sistemática, en el Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros (FEIP).

El objetivo de dicho FEIP era proteger las finanzas públicas en caso de fluctuaciones bruscas en los ingresos petroleros. Pero al gobierno de López Obrador se le ocurrió gastar, en un solo año, 2019, el 60% de los recursos del FEIP, a fin de mantener el frenético gasto en sus subsidios sociales. No solo destruyó instituciones y programas, también se gastó más de la mitad del FEIP.