Muy jodida la discusión sobre las pensiones alimenticias. Es simple: en la vida real no cabe generalizar, ni para victimizarse ni para juzgar. Hay casos y casos. Y por eso mismo, una reforma legal -que universaliza la obligación de algo tan voluble- sería inaplicable y demagógica
El debate sobre las pensiones es una carnicería de pasiones con fines morales y políticos claros. Se subraya lo obvio: la irresponsabilidad de los "malos padres" (rentable políticamente), pero se evita hablar de los excesos, abusos y desconexiones del sistema (no rentable)