El Hacker Andrés Sepúlveda vivió todo tipo de presiones durante más de tres años para que se autoincriminara e incriminara a opositores de Santos. Cuando empezó a negarse, fue trasladado a Picaleña y alimentado con comida en descomposición durante casi un año.
Me pedía desesperado que llamara a los fiscales del caso y pidiera su traslado. La condición que ellos le ponían era continuar con las mentiras pero finalmente Andrés se negó y asumió que Picaleña se convertiría en su centro de reclusión permanente. Perdió más de 40 kilos.