Hoy a las 4 es el #UbisoftForward, evento que reemplaza lo que hubiese sido la conferencia de #E32020 de Ubi.
Pero llega en el peor momento, entre retrasos, renuncias y un escándalo de acoso que sacude Francia. Esta es la portada de la edición de ayer del diario Libération.
#Ubisoft viene de años difíciles. En 2018 terminó una extensa batalla legal en la que la empresa logró evitar una adquisición hostil por parte del grupo Vivendi. El fundador Yves Guillemot consiguió inversores canadienses y chinos (Tencent). Que tienen sus propias exigencias.
En 2019 salió #GhostReconBreakpoint, quizás el peor juego de Ubisoft desde la era Wii. Un mundo abierto sin alma y lleno de bugs. El impacto negativo fue tal que Guillemot retrasó los futuros lanzamientos y prometió cambiar por completo el proceso de producción de secuelas.
Ubi no trabaja como otras empresas. Los conceptos nacen de un poderoso “grupo editorial” y aunque cada juego tiene su director y diseñador, las decisiones finales las toma el grupo.
Pero el grupo acaba de ser disuelto por razones que no tienen que ver con su desempeño.
En las últimas semanas se dio un fenómeno similar al #MeToo en el gaming. Empezó revelando actos de abuso y acoso de desarrolladores independientes (como Chris Avellone, que admitió algunas de las acusaciones), pero de a poco el nombre de Ubisoft se repetía entre los señalados.
La primera ola de acusaciones expuso los nombres de Maxime Béland y Tommy François. François es el vicepresidente del grupo editorial, su cara para la prensa. Béland era encargado de las franquicias Splinter Cell y Far Cry. Los dos fueron suspendidos y eventualmente renunciaron.
Pero a principios de julio la prensa empezó a investigar. Lo que empezó como una exposición de casos de abuso y acoso individuales revela una verdadera cultura de misoginia dentro de Ubisoft. Esta fue la primera portada sobre el tema, del viernes pasado ("Acoso en la cima").
Los primeros informes de Libération (liberation.fr/france/2020/07…) y Kotaku (kotaku.com/ubisoft-employ…) son demoledores. Pero el segundo informe de Libération apunta al departamento de recursos humanos y al segundo de la empresa: Serge Hascoet, líder del grupo editorial.
En el informe, la directora de RRHH amenaza renunciar si Ubi no “limpia el nombre de su división”, alegando que hizo bien su trabajo. Varios empleados coinciden con que el objetivo del área es proteger la empresa y sus ejecutivos. El titular dice: "Lo sabíamos."
A las horas de publicado el informe de Libération, Hascoet, la directora de RRHH Cecile Cornet y el jefe de los estudios canadienses Yannis Mallat fueron forzados a renunciar por el Guillemot, que publicó una carta (la segunda desde que empezó esto) prometiendo cambios.
El área creativa de Ubisoft ya no existe. La credibilidad de Guillemot es nula. Las acciones, que habían subido, están empezando a caer. Hay 15.000 empleados a la deriva.
El #UbisoftForward de hoy será un antes y un después para una de las empresas más grandes del gaming.
Share this Scrolly Tale with your friends.
A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.