Hoy es el aniversario de la célebre Batalla de #Bailén, disputada entre las tropas españolas del ejército de Andalucía de Castaños y el II cuerpo francés del general Dupont de l'Étang. #19julio
Antes de nada aclarar que aunque el mérito por la victoria fue para Castaños, el madrileño no estuvo presente en los momentos cruciales de la batalla. Los generales Reding, principalmente, y Coupigny fueron los que estuvieron presentes.
La misión principal de los franceses consistía en llegar a Cádiz, pues allí estaba fondeada parte de la escuadra de Rosily derrotada en Trafalgar. Conseguir que no cayera en manos españolas era fundamental para #Napoleón.
Dupont era un experimentado militar con acciones tan destacables como la batalla de Haslach-Jungingen, donde fue capaz de detener los ataques austríacos de una fuerza 4 veces superior. También se distinguió en Friedland, lo que le valió para conseguir el mando del II cuerpo.
Mando que tradicionalmente estaba reservado a un mariscal del imperio o, en su defecto, a generales de división que optaban a conseguir el preciado bastón.
Dupont, por tanto, era un general reputado y respetado. Pero lo cierto es que los días previos a #Bailén no estuvo a la altura. Castaños le burló y consiguió que dividiera sus fuerzas con un plan audaz que, porque no decirlo, no careció de fortuna.
No quiero extenderme, por lo que iré al grano. Dupont, estando en Andújar frente a Castaños, vio su retaguardia amenazada por el ataque español sobre el Guadalquivir en Mengíbar. Tras el combate los franceses pierden la pista española.
Tras pasar por #Bailén, suponen que habrán ido a cortar su punto de retirada por Despeñaperros. Por tanto cuando Reding llega a #Bailén, la ciudad está desocupada, y procede a hacerse fuerte allí.
Dupont es informado y, al ver su retirada comprometida, decide atacar al amanecer, antes que que Castaños se de cuenta de su repliegue. Reding estaba listo. Adelanta sus tropas estableciendo sus flancos sobre las alturas del cerro Valentín, al norte, y Haza Walona, al sur
Intercala 3 baterías artilleras entre los batallones de su centro, que cubren el camino. Su reserva la sitúa en el cerro del Ahorcado y de San Cristóbal. Su posición es fuerte, como demostrarán los hechos.
Esta es la situación operacional al comienzo del día 19.
Los primeros combates del día se darán por el control del Haza Walona, la izquierda española. Dupont envía 4 batallones suizos, que no consiguen ocupar la altura.
La caballería francesa tiene más éxito, pero solo temporalmente. Enseguida son enviados refuerzos, que consiguen echar a los jinetes galos, aunque el cerro queda fuera del control de ambos bandos.
Dupont, antes la imposibilidad de tomar el cerro, decide atacar el centro del dispositivo español, pero nuestra artillería, nuestro mejor arma, está compuesta por artilleros profesionales que inflingen un daño terrible. Reding envía a nuestra caballería para repeler el ataque.
Dupont envía a su propia caballería para cubrir a sus infantes. Los jinetes franceses dispersan a los nuestros y, explotando su ímpetu, llegan hasta nuestros cañones. El momento fue el más comprometido de la batalla.
Pero finalmente deben retirarse. Es estonces cuando la derecha española se extiende hasta los Zumacares, lo que la deja expuesta y es duramente castigada hasta la oportuna llegada de refuerzos.
El tiempo corre contra los franceses, el calor es asfixiante y las tropas comienzan a flaquear. Dupont echa el resto en un ataque total contra el centro. Nuestra artillería de nuevo da buena cuenta de sus columnas.
La última unidad francesa aún no comprometida es el batallón de marinos, que se lanza contra el centro español respaldado por la infantería de línea. Rechaza primero una carga de caballería, y sigue avanzando bajo el intenso fuero artillero.
Su progresión es temible, llegando prácticamente a las filas españolas. Pero en ese momento el propio Dupont es herido, hecho que conlleva un desbandada general francesa. En ese momento las tropas al mando directo de Castaños comienzan a llegar desde Andújar.
Los franceses se encuentran rodeados, sin posibilidad de abrirse paso. Dupont solicita el cese de hostilidades poco antes de que su ayuda llegara. Vedel aparece al otro lado de #Bailén y ataca la reserva española en San Cristobal y el Ahorcado, dispersando a estos últimos.
Sin embargo Dupont, fiel a su palabra, ordena cesar el ataque a su subordinado. De hecho le obliga a deponer también las armas, pasando a ser prisioneros de guerra pese a no haber sido derrotados.
La repercusión de #Bailén fue continental. El rendir a todo un cuerpo de ejército francés animó a los Habsburgo a la mobilización, y ya en 1809 estaba de nuevo en guerra contra #Napoleón. Éste fue muy consciente desde el primer momento de lo que había ocurrido.
Por tanto no tardó en reunir a la Grande Armée y entrar personalmente en España para restablecer a su hermano en el trono en Madrid. La victoria en Bailén tuvo un lado oscuro, y es que los generales y la opinión pública creyeron poder vencer al mejor Ejército del mundo.
Una opinión que el corso y sus mariscales se encargarían de desmentir en noviembre de ese mismo año en batallas como Tudela, Gamonal, Espinosa de los Monteros, Uclés y Ocaña.
Sin embargo la leyenda de #Bailén no ha parado de crecer, y hoy día es la batalla que más se recuerda de la #GuerraIndependencia. ¡Y no es para menos! Bajo su aura nacieron otras leyendas, como la de María Bellido, aguadora aquel día, o los lanceros o garrochistas de Jerez.
Estos últimos, situados en nuestra izquierda, sufrieron unas grandes bajas, pero pasaron a la posteridad por tratar de tu a tu a la renombrada caballería francesa.
Hasta aquí el hilo de Bailén, espero que lo hayáis disfrutado 😃
Seguro que en un futuro próximo podremos visitar juntos su campo de batalla. Hasta entonces podéis ver las visitas que hago en este enlace: elprimeredecan.es
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