Hoy toca hilo para el #Añobiblico de @CATOLICOSxtuWEB.
Vamos con el libro de Joel.
Joel además de profeta es un entomólogo, un estudioso de los insectos.
Comienza el libro hablando de una plaga de insectos que asola judea :
"Lo que dejó la oruga lo devoró la langosta, lo que dejó la langosta lo devoró el pulgón, lo que dejó el pulgón lo devoró el saltón."
Existen dos teorías. La primera dice que son cuatro insectos distintos.
Según esta teoría cada insecto se come una parte distinta de la planta.
La oruga los bordes, el pulgón los nervios de la hoja, el saltón el peciolo y la langosta el tallo.
Y eso explicaría la devastación y el hambre. Aunque en este caso la extensión que ocupa cada plaga no es la misma. La oruga no es tan invasiva como la langosta ni mucho menos.
La segunda teoría es que se trata de cuatro etapas de desarrollo de la langosta
Según esta teoría llegó una primera plaga con el enjambre de langostas a judea que arrasó, debastó y puso huevos. Al eclosionar estos (segunda ola) acabaron con todo lo verde que quedaba.
¿Sabías que la langosta es una fase de desarrollo del saltamontes?
Solo cuando se juntan grandes grupos de individuos de la misma especie liberan feromonas que activan el crecimiento mayor de las alas y de esa manera poder migrar (también cambia de color)
Joel como buen entomólogo describe muy bien a la langosta.
"sus dientes son dientes de león, y tienen muelas de leona." (Joel 1, 6)
Las langostas tienen dos capas de dientes para masticar que mueven de lado a lado.
Una langosta adulta ingiere su propio peso en alimentos cada día.
Un " pequeño" enjambre de un km² tiene el potencial de comer en un día la misma cantidad de alimentos que 35 000 personas.
En realidad son más devoradoras que los leones.
"Aspecto de corceles es su aspecto, como jinetes, así corren."
Joel compara a la langosta con un caballo como el "Bestiario" de Don Juan de Austria” (1570): "Este animal tiene rostro de vaca, cuernos de ciervo, pecho de caballo, alas de águila, piernas de cigüeña..)"
Pero más que por su aspecto, Joel compara a las langostas con un ejército de jinetes por como se movilizan:
"Corren como bravos, como guerreros escalan las murallas; cada uno va por su camino, y no intercambian su ruta.Nadie tropieza con su vecino, van cada cual por su calzada"
Las langostas se mueven en perfecta formación, en la misma dirección que sus vecinas y cambian el rumbo de forma espontánea al unísono. Además, si el viento es favorable pueden llegar a trasladarse unos 150km al día.
Los enjambres pueden medir hasta 1000km de ancho cuando marchan en formación. En cada km cuadrado de enjambre hay entre 40-60 millones de insectos.
La "nube" que se firma cuando se desplazan es aterradora puede tapar la luz del sol.
En palabras de Joel: "Ante él tiembla la tierra, se estremecen los cielos, el sol y la luna se oscurecen, y las estrellas retraen su fulgor!"
Las langostas recubren todo a su paso. Y cuando digo todo, digo todo.
El ruido que hacen es ensordecedor. Os pongo el ruido de una y luego multiplicarlo por unos cuantos millones.
Es el ruido de la quinta trompeta que inicia la plaga de langostas del Apocalipsis:
"Tienen corazas de hierro y sus alas hacen el mismo ruido que un ejército de carros con muchos caballos que corren al combate" Ap 9,7
La última será la más terrible porque atormentará al hombre.
Las plagas de langosta, desgraciadamente se siguen sucediendo. Y sigue siendo muy difícil para el hombre librarse de ellas. Os pongo un video de hace unos meses (de paso os pido oraciones por la India y Pakistán)
Ahora estamos en condiciones de entender al profeta Joel.
La plaga de langosta fue la octava de las diez plagas de Egipto. Pero, a pesar de la dureza de la misma, el Faraón no se conmovió ni acudió a Dios.
El "aguante" del hombre soberbio es tremendo. Subido a su Torre de Babel, contempla la desolación pero sigue confiando en sus propias fuerzas para enfrentarlo todo. Ni aún cuando la impotencia es clara es capaz de cambiar de actitud.
Joel sabía bien esto. Por eso urge a los habitantes de Judea a la conversión, a acudir a Dios para no aumentar el sufrimiento. Si no se cambia de actitud, las acciones humanas van encadenando error tras error, peste tras peste, hambre tras hambre...
Dios no nos promete que en esta vida no haya sufrimientos, pero si nos promete que podremos tener paz en medio de ellos.
Pero ni viendo el peligro cerca, el hombre se conmueve y admite que necesita ayuda.
El Señor sólo está esperando, dispuesto a darnos toda la ayuda necesaria y a secar toda lágrima. Quién confía en él no temerá la plaga, porque sabe que su hambre será saciada por toda la eternidad.
"Yo os compensaré de los años en que os devoraron la langosta y el pulgón, el saltón y la oruga, mi gran ejército, que contra vosotros envié.»
Comeréis en abundancia hasta hartaros, y alabaréis el nombre de Yahveh vuestro Dios, que hizo con vosotros maravillas." Volvemos a Él.
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