Mati Fernandez Profile picture
La gran imagen no tiene forma

May 1, 2021, 19 tweets

Una empresa de Bariloche con 25 años. Una tradición familiar de más de medio siglo. Hoy quiero contarte sobre la marca que llegó a BsAs con sus chocolates y helados artesanales, planea expandirse por todo el país y este año desembarcó en España. Abro hilo sobre RAPANUI🍫🍦

Bariloche es la Capital Nacional del Chocolate. Comprar 🍫 barilochense es algo obligado para cualquier persona que visita la ciudad. El tradicional, en rama. Hay alrededor de 25 chocolaterías. Desde 1969 se celebra La Fiesta del Chocolate, que coincide con Semana Santa. 😋

El “chocolate Bariloche” tiene su origen en un matrimonio de inmigrantes italianos. Aldo Fenoglio, pastelero y chocolatero, tenía una confitería en Torino a donde, en los años de la 2da guerra, fue a pedir trabajo Inés Secco. Se enamoraron y se casaron. Llegaron a 🇦🇷 en 1947.

Pasaron por BsAs, Rosario, MDQ y Mendoza. Un amigo les dijo que Bariloche era lindo y parecido a su tierra natal. Les encantó, se instalaron en 1948, y fundaron la primera chocolatería artesanal de la ciudad: Tronador. Donde también ofrecían café y masas, y fabricaban helados.

Bariloche era una aldea de montaña con poco más de 6000 habitantes. La llegada del tren en 1934 había potenciado el turismo. La empresa familiar creció y se destacaba por su calidad y por su elaboración artesanal. Para los ‘60, el “chocolate Bariloche” ya era un símbolo.

Perón, Frondizi, Illia y Yupanqui recibieron sus chocolates o pasaron por ahí. Cuenta Inés que Eisenhower, ya expresidente🇺🇸, fue un par de veces a Bariloche y que ellos le llevaban sus productos al Llao Llao. Les iba tan bien que preparaban encomiendas hasta las 2 de la mañana

Lamentablemente, Aldo murió en 1970. 2 de los 3 hijos, Diego y Laura, ya se habían incorporado al negocio -que ya había pasado a llamarse “Fenoglio”- y junto a Inés quedarían a cargo. Diego, con sólo 19 años, mostraba un interés especial. Era detallista y exigente como su padre.

Diego vendió su parte en 1995 para fundar Chocolates Rapanui. Fenoglio se vendió tiempo después. Pero la tradición siguió con otro nombre, y con la calidad como bandera. “Rapa Nui” era el nombre con que habían bautizado su casa Aldo e Inés, donde él creció. Acá Diego y su hija.

La variedad de helados Rapanui se lanzó en 2009. En 2011, las cenizas del volcán Puyehue cubrieron Bariloche. Ante esta catástrofe turística, Diego y sus hijos empezaron a buscar local en Buenos Aires a los pocos días. En 2012, abrieron el primero en Recoleta.

Diego preguntaba a los clientes de Buenos Aires de dónde venían a comprar. Se dio cuenta de que había más barrios por conquistar. Hoy, tienen locales en Recoleta (2), Retiro, Caballito, Palermo, Colegiales y Villa Devoto. También están presentes en Lomas de Zamora y Pinamar.

Yo no se nada de arquitectura, pero se nota el trabajo en el diseño de cada local. Cada uno se adapta a la zona donde está y muchos están en edificios o casas que fueron restauradas.

Este año llegaron a España en forma de Franui. En Valencia (donde hay un puerto importante), construyeron una planta dedicada a prepararlos. Desde ahí van a abastecer al resto de Europa, y a EEUU y Canadá. Los Franui ya se venden en 100 supermercados de España e Islas Canarias.

Franui es el snack estrella del negocio. La receta tiene 8 años. Las frambuesas son cultivadas por pequeños productores. Se seleccionan y clasifican a mano en un momento determinado de maduración (para dar con la acidez justa), y luego se bañan en 2 capas de chocolate.

Fabrican 1800 toneladas de Franui por año en la planta de Bariloche, que llegan a 2800 bocas de expendio en todo el país y también por Rappi. Según Diego, les cuesta responder a tanta demanda. Esperan que en España se enamoren de los Franui como nosotros

El Turista, Benroth, Mamuschka -otras chocolaterías emblemáticas de Bariloche- son desprendimientos de Fenoglio. Aldo fue el inventor (involuntario) del chocolate en rama. Dicen que se le cayó pasta en una mesa y al querer levantarla con una espátula el chocolate se arrugó. 😅

Aldo dejó recetas, pero lo más importante fue la experiencia que ganó Diego junto a él. A veces, Aldo lo hacía cantar para que no se comiera las 🍒 mientras hacían bombones. Hoy, Diego y sus hijos Aldo y Leticia están a cargo de Rapanui, que da trabajo a más de 100 personas.

Chocolates, helados, válvulas, maní, ollas, yerba, satélites, semillas modificadas genéticamente, vinos, software, golosinas, videojuegos, lácteos, son algunos de los productos que ya conté en estos hilos. La demostración de que en todos los sectores podemos competir con el mundo

Ya vimos en otras historias la importancia del pionero que genera el desarrollo de una industria. Hoy, la tercera generación de los Fenoglio continúa con el legado chocolatero, apuesta a la innovación y sueña con conquistar mercados europeos con un producto de clase mundial. 🍫🍒

Aprovecho el cierre para desearle feliz día del trabajador a todos los que laburan para sacar a sus familias, sus empresas y el país adelante. A la gente que labura conmigo. Y a todos los empresarios que siguen apostando por dar trabajo en este contexto difícil. 💪

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