Más que una mente brillante.
La noche del 23 de Mayo de 2015, mientras viajaba con su esposa Alicia López Harrison de Lardé, el matemático norteamericano John Forbes Nash Jr., falleció a los 82 años de edad, en un trágico accidente de tráfico en el taxi en el que viajaban. /1
La pareja no llevaba el cinturón de seguridad. Para la mayoría de nosotros esta muerte pasaría inadvertida, como miles otras que ocurren a diario. Pero John Nash no era una persona común y corriente (como seguramente ninguna otra persona lo es, técnicamente hablando). /2
Nash fue el ganador del Premio Nobel de Economía en 1994, por sus trabajos alrededor de la Teoría de Juegos, en particular por su trabajo pionero en el análisis del equilibro en la teoría de juegos no cooperativa. /3
Más recientemente, en Marzo de 2015, recibió de parte de la Academia Noruega de Ciencias y Letras el Premio Abel, que a veces es considerado el (inexistente) premio Nobel en Matemáticas. /4
Y si todo lo anterior no lo trae a tu memoria, hay que invocar la película del 2001 protagonizada por Russel Crowe en el papel de Nash, "A beautiful mind" y que se basó en el libro homónimo biográfico de la divulgadora científica Sylvia Nasar. /5
John Forbes Nash, nació en Bluefield, Virginia del Oeste en 1928; empezó su vida académica estudiando ingeniería química en Carnegie Tech, pero tenía malas habilidades experimentales (dibujo técnico o maestría para manejar una pipeta o realizar una titulación ácido-base). /6
Por ello se refugió en las matemáticas, cambió su carrera y obtuvo su licenciatura y maestría en Matemáticas simultáneamente. Al terminar, tenía ofertas de Harvard y Princeton para su doctorado, eligió esta última en parte por el interés que la Universidad manifestó por él. /7
Luego de aprobar su propuesta doctoral, la cual consideraba poco original e insuficiente para ser aprobada por el comité, se doctoró a los 21 años y trabajó un tiempo como instructor de matemáticas en Princeton y por un periodo de 8 años en MIT entre 1951 y 1959. /8
Princeton siempre fue su lugar preferido para trabajar, y ahí regresó luego de su breve estancia en MIT. Fue precisamente durante su estancia en el MIT que conoció a una alumna salvadoreña (Alicia) con quien se casó en 1957. /9
Durante esos años trabajó en ecuaciones diferenciales y algebra, pero entre 1958 y 1959 (un año después de casarse) empezó a manifestar síntomas de esquizofrenia paranoica, misma que le fue confirmada clínicamente, lo que lo llevó a renunciar a su trabajo en MIT. /10
Peregrinó por instituciones psiquiátricas y hospitales por muchos años, con delirios de persecución y alucinaciones. Internado, sofocado por los medicamentos y las terapias, finalmente tomó la decisión de enfrentar de manera personal su problema así que se enclaustró en casa. /11
En ese periodo, su esposa (quien en 1963 se divorciaría de él) continuó cuidándolo hasta aquel fatal accidente que acabo con la vida de ambos, en una hermosa y complicada historia de amor y ciencia. Ella mantuvo el hogar y apoyó para que continuara su trabajo en matemáticas. /12
Muchos otros colegas en Princeton lo apoyaron durante este lóbrego pasaje de su vida. Increíblemente, contra todo pronóstico médico, Nash superó su problema mental y regresó a la vida académica formal en Princeton. /13
Ya entonces era una celebridad, conocida como el Fantasma de Fine Hall, por pasar horas interminables en los pasillos y biblioteca, garabateando las ventanas y pizarrones y hablando consigo mismo, de forma delirante. /14
En numerosas ocasiones algunos de los jóvenes estudiantes y profesores, que no reconocían en ese hombre de descuidado aspecto y andar errático al destacado profesor Nash, lo reportaron como un vagabundo o loco que se había metido al campus. /15
La Teoría de Juegos en la que se interesó desde sus estudios doctorales, no solamente puede ocuparse en el estudio de las estrategias que nos permiten comprender el comportamiento de los individuos que participan en juegos, sino que también permiten modelarlos y predecirlos. /16
La teoría se emplea en numerosos campos de aplicación, desde la biología de organismos y ecosistemas, hasta la psicología, sociología, ciencias computacionales e informática. Ocupa de manera intensiva a otras como la probabilidad, la estadística y la programación lineal. /17
La probabilidad determina la frecuencia con que un acontecimiento puede ocurrir en ciertas condiciones. Nos permite conocer los posibles resultados de un evento, así como si un resultado específico puede ocurrir o no, dentro de un comportamiento que es a todas luces aleatorio./18
Vivimos rodeados de la probabilidad, nos demos cuenta o no. Pagamos un seguro (de vida, de auto, de accidentes), muchas veces con la esperanza de nunca emplearlo pero que nos parece necesario en la eventual situación fortuita de requerirlo. /19
Los montos y las sumas aseguradas no son cifras al azar en un papel, sino resultado de cálculos probabilísticos en donde un actuario modela y predice, usando factores como la edad, hábitos de vida y profesión, cuál sería la probabilidad de que nos ocurra un accidente. /20
Hasta la pseudociencia utiliza a la probabilidad para fundamentar la veracidad de sus aseveraciones (“Una persona que conozco se curó con este remedio homeopático, lo que demuestra que sirve”, “Un tío de un primo de un amigo se comunicó telepáticamente con una computadora”. /21
La esquizofrenia, por otra parte, es un trastorno mental en donde el individuo sufre una “ruptura con la realidad” (de ahí que etimológicamente, esquizofrenia venga del griego squizo, dividir y phronos, mente). /22
El origen de la enfermedad es desconocido y el paciente sufre estados de confusión mental, alucinaciones visuales y auditivas, memorias falsas, trastornos afectivos y aislamiento. 7 de cada 1000 personas en el mundo pueden presentar este tipo de enfermedad mental. /23
El accidente en que perdieron la vida John y Alicia fue desafortunado, e improbable (la probabilidad de fallecer así es de 1 entre 237, 0.42%). Es más probable morir de un ataque al corazón (20%) que en un accidente vehículo a motor (moto, auto, autobús,…) que es del 1.19%. /24
Tal vez algunos admiradores de Nash vean en este trágico adiós una ironía con que la vida nos retrata. Otros más, afirmarán una conspiración, cerrando con este accidente un ciclo donde sus perseguidores imaginarios finalmente le echaron guante. Descansen en paz, John y Alicia.
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