1/ Ante el anunciado embate del gobierno de López Obrador contra las universidades públicas y, en particular, contra la UNAM, tengo una anécdota que creo que ilustra la relevancia de esta casa de estudios ante sus detractores.
2/ Pero antes... ¿es perfecta la UNAM? Para nada. Es espacio de numerosos conflictos y, pese a su fortaleza, tiene enormes fragilidades. Pero es también la universidad Nº1 de México y la 105 de 1300 evaluadas. La siguiente está en el 160.
3/ Con todos sus defectos y problemas, es la universidad Nº 1 de México y la 2ª de América Latina. El enfrentamiento de AMLO contra ella le lleva a prometer universidad para todos sin importar cualificaciones, descalificando que la UNAM rechace aspirantes todos los años.
4/ En su denuncia (sin pruebas) de que la UNAM se ha vuelto "neoliberal" (comodín que usa AMLO para satanizar lo que sea con brocha gorda), curiosamente se refirió a egresados de disciplinas sociales sin mencionar ciencias naturales ni exactas.
5/ Y por ello me acordé de que durante el salinato, precisamente, el período de embate neoliberal "ma non tanto" (que el poder del estado se mantuvo), las empresas más reaccionarias emprendieron su campaña de "no contratar egresados de la UNAM".
6/ Algunos no lo recordarán, pero las ofertas de empleo de los diarios llegaban a decir "Egresados UNAM abstenerse". El odio de los sectores más brutos de la patronal mexicana COPARMEX se desataba contra la principal universidad de México como hoy se desata desde el gobierno.
7/ Por entonces yo trabajaba en producción audiovisual y comunicación de empresas, y una compañía cuyo nombre me reservo pero cuyo producto insignia son las patatas o papas fritas, me llamó para hacer un guión sobre un proyecto de siembra de papa.
8/ La idea no era mala (ojalá siga): la empresa producía las "papas semillas" variedad Idaho que prefieren para sus frituras, y las daba con asesoramiento técnico para su cultivo correcto. Los agricultores ganaban y la empresa también al tener garantizado el abasto.
9/ Pero la idea había provenido obviamente de la sede de EE.UU. donde no tenían en cuenta que la filial mexicana era antiunam. Y así llegué yo con mis greñas y mi camiseta (a los "creativos" se nos permitía prescindir de la corbata) a las oficinas a que me explicaran el proyecto.
10/ Los ejecutivos muy ITAM de la empresa me llevaron obsequiosos a la oficina de la responsable del proyecto en el que ellos también se jugaban el puesto. A los dos minutos me di cuenta de que era puma, es decir, egresada de la UNAM. Contra toda la política de la empresa.
11/ Era profesora de biología de la UNAM, doctora con un currículum impresionante, y la habían atraído con un sueldo y contrato de ésos que no ve un profesor universitario más que en sueños. ¿Por qué? Porque la maquinaria que aman la COPARMEX y AMLO no produce biólogos.
12/ Me contó muy divertida cómo los atildados ejecutivos (ay qué vivos, diría María Elena Walsh) habían acudido al ITAM y a la Ibero y al Tec buscando un biólogo y se les habían reído en los bigotes (hoy la UDLAP tiene la carrera, es la única privada).
13/ Y con el rabo entre las patas acudieron a sus amigos inconfesables y extraños (como servidor) a que les señalaran el camino de una eminencia en botánica capaz de hacer realidad lo que se les mandaba desde la sede de allá de tierras del Tío Sam. Y descubrieron que no mordía.
14/ Y eso le va a pasar a López Obrador. En su increíblemente creciente desprecio a la ciencia cree que con sociólogos y politólogos se arma un proyecto de nación y que lo demás, de la agricultura a la construcción de carreteras o la generación eléctrica "no tienen tanta ciencia"
15/15 Y sí tienen.
Por desgracia, el presidente es bastante más terco y menos realista que aquellos ingenuos ejecutivos -con los que me llevaba muy bien, aclaro, no eran malas personas- que necesitados de resultados se rindieron a la evidencia. López no es de ésos. En fin.
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