Todos conocemos la expresión “Manda huevos.” Cuando la usamos expresamos una mezcla de sorpresa, indignación y, hasta inclusive, enfado, pero ¿sabemos de dónde viene?
Veamos.
1. Al final del reinado de Carlos II (1661-1700) llamado el Hechizado, último de la casa de Austria ⤵️
2. (con su muerte y tras la guerra de Sucesión entronaría la casa de Borbón), el país se hallaba en una profunda crisis económica (nuestra constante histórica). Las cuentas del reino estaban maltrechas tras guerras y malos gobernantes. El valido de la época (hombre de confianza⤵️
3. del rey que generalmente gobernaba a su antojo), el duque de Oropesa, encargó una supervisión de las cuentas del reino al marqués de Vélez. Éste se dedicó a viajar por el país en busca de los despilfarros y ver dónde y cómo podía elevar impuestos para ayudar a la corona ⤵️
4. Mientras cumplía con su cometido, se carteaba con el rey dándole cuenta de sus avances. Carlos, hemos de decir que tenía una pasión desmedida por los huevos (de gallina, se entiende), se dice que comía no menos de tres al día y era capaz de reconocer por su sabor o textura ⤵️
5. su procedencia, dejando a propios y extraños con la boca abierta. Así pues, las cartas de respuesta al marqués siempre finalizaban: “Donde quiera que te halles, Fernando, manda huevos“. Fajardo al leer su contenido y viendo que el Hechizado hablaba de todo menos de lo
6. acuciante, se iba enfadando y al llegar al final de la misiva, montaba en cólera al encontrar siempre la misma postilla, “manda huevos“. Desmoralizado, enfadado, el marqués repetía en son de burla: “¡manda huevos, manda huevos!“.
Eso era lo único importante para su majestad.
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