Leemos sobre personas del pasado y vemos sus restos, pero ¿qué pinta tenían? ¿Podemos saberlo? Utilizando los huesos como referencia, el escultor y arqueólogo Oscar Nilsson recrea los rostros de personas reales que vivieron hace mucho tiempo. ¿Me acompañáis a conocerlos? 🧵
«El uso de esta técnica forense permite ver el aspecto de un individuo, aunque haya miles de años de por medio», explica Nilsson. «Es una forma de hacer la historia más íntima, emotiva y personal, y una manera de sentirse más cerca de los individuos».
Combinando la investigación científica y arte, Nilsson basa cada escultura en restos óseos reales de excavaciones arqueológicas. Cada una de sus esculturas hiperrealistas revela una cantidad asombrosa de detalles, como la estructura ósea, el vello facial e incluso las arrugas.
Escaneando y mapeando cada detalle del cráneo la técnica se basa tanto en la medición de la profundidad del tejido del rostro como en la reconstrucción de los músculos faciales.
Como ejemplo, vamos a ver la reconstrucción del hombre Solothurn (Suiza, s. VIII)
A continuación, utiliza una impresora 3D de alta tecnología para reconstruir el cráneo, que luego sirve de base para la escultura. Gracias a sus amplios conocimientos de anatomía, Nilsson coloca los músculos y la piel para reproducir el aspecto de una persona fallecida.
Nilsson añade detalles lenta y metódicamente para asegurar la precisión del modelo, que se basan en pruebas históricas reales. Y aquí tenemos cómo habría sido este hombre suizo nacido en el siglo VIII.
Una adolescente del Mesolítico que vivió y murió hace unos 9.000 años y fue enterrada en una cueva del centro de Grecia. Tiene una mandíbula prominente y una expresión de ceño fruncido, lo que da una idea de cómo era la vida durante la dura época en la que vivió.
Los científicos creen que su pronunciada mandíbula se debe a que masticabapiel de animal para convertirla en cuero blando, una práctica común entre los habitantes de esa época.
La mujer de Whitehawk, una joven que vivió en la Edad de Piedra hace unos 5.500 años. Fue encontrada cerca de Brighton con un bebé en brazos, y pudo haber muerto durante el parto. También era muy pequeñita, medía sólo 1,2 metros de altura.
¿Y cómo era un vikingo? Pues aquí tenéis a un señor sueco del siglo XI. La segunda foto la hice en el Vikingaliv, un museo sobre la vida de los vikingos que podéis visitar en Estocolmo. No se parece mucho a Ragnar... ¿eh? 😂
¿Y una vikinga? Aquí tenemos a Estrid Sigfastsdotter, una rica y poderosa mujer vikinga de la Suecia del siglo XI también. Su larga historia familiar quedó registrada en varias piedras rúnicas encontradas en la región de Uppland y ahora Nilsson nos permite saber cómo era.
También sueco, pero un poquito posterior, es el jarl Birger, fundador y primer gobernante de Estocolmo desde 1248 hasta su muerte en 1266. Lo podéis contemplar también en el Medeltidsmuseet de Estocolmo, de donde es la segunda foto.
Pero no solo hay suecos, o nórdicos, aquí tenemos al hombre de Stafford Road, que vivió en Gran Bretaña durante la época sajona, alrededor del año 500 d.C.
O este hombre británico de la Edad de Hierro.
Muy curioso es el caso del hombre de Ditchling Road, hallado en Sussex, fechado entre el 2287 y 2215 a. C. Tenía entre 25 y 35 años cuando murió y medía 1,71 metros.
No está claro cómo murió, pero sí que había sufrido previamente una grave desnutrición desde la infancia, así como anemia, por lo que probablemente estaba muy pálido y enfermo. Por eso el arqueólogo Nilsson lo ha representado así.
Enterrada con un clavo incrustado en la parte posterior del cráneo, la mujer de Patcham vivió alrededor del año 210 d. C., durante el dominio romano de Gran Bretaña. Fue empalada para evitar que su cadáver se levantara de la tumba, un temor supersticioso de la época.
Para finalizar, una representación de un hombre de Cromañón (izquierda), basada en hallazgos de Francia que se remontan a unos 40.000 años y la de una mujer neandertal (derecha) que vivió y murió hace unos 45.000 años, según los hallazgos de Gibraltar.
📜earthlymission.com/archeologist-s…
📷Oscar Nilsson.
¿Qué os ha parecido? A mí me parece brutal que podamos saber cómo eran esas personas que estudiamos. Poder ver más allá de los escritos o de sus restos, como dice Nilsson, hace la historia más cercana y más íntima. Al fin y al cabo, eran personas como nosotras y nosotros.
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