Guillermo Nicieza Profile picture
Medicina y Cirugía | Sanidad Militar | Historia Naval | Asturias/Madrid, España | RT≠Aprobación @Desdelatoldilla | 📚#Leonesdelmar🦁 #AnclasYBayonetas⚓️

Feb 15, 2022, 16 tweets

Al final de la batalla del cabo de San Vicente de 1797, el navío San Nicolás de Bari, a pesar de que su comandante y gran parte de sus oficiales estaban muertos o malheridos, todavía conservaba izado su pabellón. Un granadero de Marina lo defendió "a sangre y fuego".

El navío San Nicolás de Bari se había batido en apoyo del San José contra más de 4 navíos enemigos durante horas. La última orden que había recibido el granadero Martín Álvarez Galán de su comandante, el brigadier Tomás Geraldino, era que el pabellón no fuera arriado.

Poco después, el brigadier Geraldino fallecía en el cuerpo a cuerpo del abordaje a causa de un bayonetazo y oficiales españoles que quedaban vivos al verse rodeados decidían rendir el navío. Pero según la convención, si el pabellón ondeaba el navío seguía en el combate.

Precisamente, los granaderos de Marina era el cuerpo de élite de cualquier guarnición naval, pocos hombres pero extraordinariamente fieros y aguerridos. Elegidos los más altos y corpulentos entre los batallones de Marina, se situaban en la toldilla, el peor lugar del navío.

En el coronamiento de popa, donde se encontraba la driza de bandera siempre se quedaba uno de ellos dispuesto a pasar por las armas a quien tratar de arriar el pabellón sin orden inequívoca del comandante, amigo o enemigo. Una norma que el granadero Galán iba a cumplir.

Tras despejar el cubierta principal y el alcázar en el abordaje, un oficial inglés observó que el pabellón español seguía ondeando y ordenó a varios de sus hombre seguirlo para poner remedio a esto. El granadero español les dio el alto desde la toldilla.

El inglés consideró que estando el navío perdido esto era mera bravuconería y no le hizo caso. El sable de marina del granadero lo trinchó y lo clavó a un mamparo cercano. Al no poder sacar el sable, clavado con fuerza, Galán la emprendió a culatazos contra los soldados.

Mató a otro oficial inglés y a dos marines. Esto provocó que otro oficial acudiera con una brigada de soldados y marineros al alcázar pero Martín Álvarez Galán saltó desde la toldilla y cargó contra ellos. Le acribillaron a tiros. Nelson había visto todo lo ocurrido.

Conmovido por el valor del español se acercó al cadáver. En ese momento los ingleses estaban despejando las cubiertas tirando a los muertos por la borda y Nelson ordenó que se cubriera el cuerpo con el pabellón que tanto había defendido. Pero no estaba muerto.

En reconocimiento a su labor, Nelson ordenó que el pabellón no fuera arriado. Posteriormente, el granadero Galán sería requerido como testigo en el consejo de guerra para investigar lo sucedido en la batalla del cabo de San Vicente. Lo siguiente es parte de su interrogatorio:

Fiscal mayor general Manuel Núñez de Gaona.
Fiscal: - ¿Se encontraba en el navío San Nicolás de Bari con ocasión de rendirse este barco a los ingleses?
Martín: - Yo no he estado nunca en el San Nicolás de Bari en ocasión de rendirse a los ingleses.

Fiscal: - ¿No te encontrabas en el San Nicolás de Bari el 14 de febrero?
Martín: - Sí, señor.
Fiscal: - ¿Y no fuiste después a poder de los ingleses?
Martín: - Sí, señor.
Fiscal: - Entonces, ¿por qué niegas haber estado en el San Nicolás de Bari con ocasión de rendirse a los ingl

Martín: - Porque el San Nicolás de Bari no se rindió...
Martín: Sino que fue abordado y tomado a sangre y fuego.
Fiscal: - ¿Y a qué llamáis entonces rendirse?
Martín: - Yo creo, señor, que no habiendo ningún español cuando se arrió su bandera, mal pudieron haber capitulado.

Fiscal: - ¿Pues dónde estaba la tripulación?
Martín: - Toda se hallaba muerta o malherida".

Al granadero Galán se le ascendió a cabo y le fue concedida una ventaja de 4 escudos mensuales, aproximadamente el doble de su sueldo diario como infante de Marina.

Bibliografía:
González-Aller, J. I. (2004). El combate de San Vicente y sus consecuencias. Madrid: Instituto de Historia y Cultura Naval.

Láminas:
Carlos Parrilla
Augusto Ferrer-Dalmau
José María Bueno

Nota: el término marines hace referencia en este caso a los Royal Marines, que no se debe aplicar a los españoles que son Infantes de Marina.

Los granaderos de Marina españoles fueron muy temidos por los ingleses, razón por la que siempre que podían evitaban los abordajes.

Share this Scrolly Tale with your friends.

A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.

Keep scrolling