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May 1, 2022, 8 tweets

#TalDíaComoHoy de 1539, fallece en Toledo la Emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos I de España y V de Alemania. Desde allí comenzó el traslado de su cuerpo a la Capilla Real de Granada, dirigido por San Francisco de Borja. ¡Sigue el hilo y descubre esta historia!

La Emperatriz Isabel de Portugal falleció en Toledo, después de dar a luz a su séptimo y prematuro hijo en el Palacio de Fuensalida, edificio que actualmente es la sede de la Presidencia de Gobierno de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.

El Emperador ordenó a Francisco de Borja que se encargase de preparar el cortejo fúnebre, que debía trasladar sus restos hasta la Capilla Real de Granada, donde fueron depositados junto a los de los Reyes Católicos, Felipe El Hermoso y Miguel de la Paz, trasladados aquí en 1521.

El cortejo fúnebre llegó a Granada el 18 de mayo de 1539. Tras los funerales, se produjo el acto jurídico de entrega del cuerpo a la cripta de la Capilla Real, un momento que cambió la vida de Francisco de Borja, que se sumerge en una reflexión sobre la fragilidad de la vida.

El acto jurídico incluía la apertura del féretro para dar fe de que era el cuerpo de la Emperatriz. Borja dijo entonces: «No puedo jurar que esta sea la Emperatriz, pero sí juro que es su cadáver el que aquí ponemos. Juro también no más servir a señor que se me pueda morir».

Francisco de Borja, que llegó a ser elevado a la santidad, reconoció en su Diario años después que ese hecho le motivó a la conversión a la vida religiosa. Tras enviudar de su esposa en marzo de 1546, en junio de ese mismo año ingresó en la Compañía de Jesús.

La Capilla Real de Granada fue elevada a rango de Aula Regia; es decir, en ella todo debía hacerse como si el Monarca estuviera siempre presente en ella. La finalidad fue engrandecer la figura de la Emperatriz, a la que Carlos V tanto admiró y amó.

El Emperador, que murió en Yuste en 1558, fue enterrado en el propio monasterio extremeño. Sin embargo, en enero de 1574 su hijo Felipe II ordenó que los cuerpos de sus padres y de otros familiares fueran trasladados al panteón de El Escorial, donde reposan a día de hoy.

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