Rembrandt Harmenszoon van Rijn Profile picture
El mejor pintor de las Provincias Unidas de los Países Bajos.

May 21, 2022, 22 tweets

En febrero de 1897 Camille Pissarro alquila una habitación en un hotel de la calle Druot de París. De esa estancia surge una de las series más interesantes del Impresionismo francés: las vistas del Boulevard Montmartre.

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Camille Pissarro tiene 66 años. Es un pintor experimentado y gran colaborador del grupo impresionista, siendo con Berthe Morisot los únicos que expusieron en las ocho exposiciones del grupo.

Elige alojarse en el Grand Hôtel de Russie por su ubicación, en número 1 de la Rue Druot

Al este daba al Boulevard Montmartre (que a pesar del nombre no está en Montmartre) y al oeste al Boulevard Haussmann. Es decir, estaba en pleno centro de los grandes boulevards parisinos del S. XIX. Un hervidero de vida.

Boulevard Montmartre (1897, @NGVMelbourne).

El Barón Haussmann cambió completamente el diseño urbano de París durante el II Imperio. Se derribaron los antiguos barrios medievales para dar lugar a amplias avenidas con parques. Es parte de la imagen que hoy tenemos de París. Y esa imagen fascinó a los impresionistas.

A finales del S. XIX pintar paisajes urbanos parisinos había pasado de moda (los grandes paisajes urbanos de Manet, Monet y Renoir son de entre 1860 y 1880).

Música en las Tullerías, de Manet (1862, @NationalGallery).

Rue Montorgueil con banderas, de Monet (1878, @MuseeOrsay).

¿Por qué Pissarro recurrió a un tema urbano si su obra anterior se basaba en gran medida en retratar la vida tranquila del campo?

Primavera. Ciruelos en flor, en Pontoise. (1877, @MuseeOrsay).

Desde los 59 años, Pissarro sufrió una dacriocistitis (una infección del saco lacrimal), lo que le ocasionaba molestias oculares con un abundante lagrimeo, sobre todo en el exterior. Se le ofreció operarse, pero rechazó la intervención. Probablemente por eso se mudó al hotel.

En los interiores el lagrimeo mejoraba. Así, Pissarro se planteó pintar el Boulevard en diferentes momentos del día y en diferentes estaciones, para mostrar los diferentes efectos de la luz en un mismo espacios.

Esta idea no era una novedad, pues Claude Monet ya había pintado su serie de Almiares (1890-91) y la de la catedral de Rouen (1892-94) bajo distintos efectos de luz del día y de las estaciones. Aquí contada con la grandeza habitual de @DeCromarty:

La serie de Monet tuvo mucho éxito entre el público y la crítica, lo que le reportó mucho beneficio económico. Esto pudo motivar a que Pissarro planteara su serie de los Boulevards, animado por el marchante de arte Paul Durand-Ruel, como le cuenta a su hijo Lucien en una carta.

Desde el punto de vista alto que le confería la habitación del hotel, traza una perspectiva basada en las diagonales que forman los tejados y las aceras, reforzada por los carruajes, los árboles y las farolas.

Boulevard Montmartre en 1906 y la versión del @NGVMelbourne.

Pero el punto de fuga es la Porte Sainte-Denis, pero no está en el centro, está ladeado a la izquierda, lo que obliga a desplazarnos por el cuadro. Esto dota de movimiento a una escena que pudiera parecer estática.

Vemos el mismo escenario en diferentes momentos: por la noche tras la lluvia (@NationalGallery) -la única escena nocturna de la serie-, en una mañana de otoño (@state_hermitage), en una mañana de invierno (@metmuseum) y en primavera (@israelmuseum).

El escenario es el mismo, pero hay más o menos gente desfilando según el momento que sea del día o la estación.

Comparad En una mañana nublada (@NGVMelbourne), con Atardecer el Martes de Carnaval (@WinterthurMuse), Martes de Carnaval (@harvartmuseums y @hammer_museum).

La serie se compone de 14 lienzos. Pissarro trabajaba a la vez en varios, pasando con naturalidad de uno a otro.

Bruma matutina (colección particular), final del día (colección particular) y mañana de primavera (colección particular).

La escena nocturna está totalmente iluminada por luces artificiales: no hay estrellas ni luna en el cielo.

Destaca la farola eléctrica del primer plano que proyecta una fría luz blanca, enmarcada por azul índigo que contrasta con luz cálida de los escaparates amarilla y naranja

Las lámparas de aceite de los carruajes y ómnibus que esperan fuera del Théâtre des Variétés, pintadas como dos líneas de puntos formados con pequeñas pinceladas de rojo, blanco y amarillo, introducen una fuente de luz adicional.

Pissarro mejoró el efecto de estas diversas luces pintando el bulevar después de que lloviera. La luz reflejada en el pavimento mojado es particularmente efectiva en el lado derecho de la imagen.

En el Martes de Carnaval representa los desfiles por el Boulevard, con el confetti movido por el viento de marzo. Mirad qué pintura tan física al verla en detalle.

Una pincelada totalmente física, como en este detalle de la mañana de invierno del @metmuseum:

Espero que os haya gustado esta serie no muy conocida de uno de los impresionistas menos conocidos. Feliz noche.

Quiero dedicar este hilo a @montotomsol y @charo_lu por preocuparse de mi escasa vida en Twitter en las últimas semanas. Y muy especialmente a @mjosemagi, que me consta que no está pasando un buen momento. A todas vosotras, muchas gracias.

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