En el verano boreal de 1989, Colin Benton murió en un hospital privado de Londres. El trasplante no había sido exitoso.
Meses después, su viuda hizo pública una confesión: le había COMPRADO un riñón a un campesino turco que necesitaba dinero para el tratamiento médico de su hija.
El hecho derivó en escándalo: la discusión llegó hasta la Primera Ministra, Margaret Thatcher, quien lo señaló como “moralmente repugnante” y el Parlamento británico avanzó con inusitada celeridad en la prohibición de estas prácticas.
Más de 30 años después, la propuesta de un comercio de órganos vuelve al ruedo de la mano de los “libertarios” locales. Y hay mucha tela (y vasos sanguíneos) para cortar.
Hoy en #ArgumentosEnUnaBaldosa con @valearvejita: el debate filosófico sobre la venta de órganos.
@ValeArvejita Aunque suene increíble, muchas personas se han dedicado a pensar ARGUMENTOS para defender y criticar la posibilidad de un mercado de órganos. Incluso hay una entrada en LA enciclopedia filosófica: la Stanford. Pasa en la vida, pasa en [SEP].
plato.stanford.edu/entries/organs…
@ValeArvejita Hace días, Javier Milei ofreció un argumento que plantea básicamente lo siguiente:
1) Existen personas en una situación económicamente desesperada, que podría ser resuelta únicamente mediante la venta de órganos (premisa)
@ValeArvejita 2) Sería injusto privar a las personas de los medios necesarios para resolver su situación económicamente desesperada (premisa implícita)
Por tanto,
3) La venta de órganos es legítima (conclusión de 1 y 2)
@ValeArvejita Pues bien, a la luz de consideraciones como estas, ¿POR QUÉ, entonces, la venta de órganos es una práctica que se encuentra prohibida, y que recibe el rechazo de gran parte de la población? ¿Por qué, en CONTRA de Milei, la venta de órganos NO es percibida como “un mercado más”?
@ValeArvejita Un primer tipo de argumento en la bibliografía se refiere al hecho de que los trasplantes de órganos son típicamente un acto altruista, y, en caso de mediar una remuneración económica, ese altruismo desaparecería. Sin embargo, el argumento no puede ser bueno: prueba demasiado.
@ValeArvejita Si promover el altruismo se volviera un fin en sí mismo −independientemente del resultado−, irónicamente, habría que rechazar muchas mejoras de la situación de la población, porque hacen improbable el sacrificio: si todos tienen para comer, no podré quitarme el pan de mi boca
@ValeArvejita En consecuencia, el rechazo a la venta de órganos no puede justificarse de esta manera.
El problema tiene que radicar más bien en que esta venta involucra para quien vende un riesgo tal que, incluso si está dispuesto a expresar su consentimiento, ella debe ser impedida.
@ValeArvejita Pero, según argumenta la filósofa Janet Radcliffe Richards, el argumento de los riesgos no podría aplicarse solo al caso de la VENTA: la DONACIÓN de órganos por parte de personas vivas es una práctica promovida por profesionales de la salud.
@ValeArvejita No es plausible pensar, señala, que el personal médico promueve una práctica de la que se espera que redunde en muertes y otros efectos adversos. Tiene que haber, entonces, algún otro elemento que haga razonable distinguir la obtención PAGA de un órgano respecto de la gratuita.
@ValeArvejita En este punto, el problema que se suele poner de relieve es que, involucre o no riesgos extraordinarios, la extracción de un órgano sigue siendo una actividad para la cual se requiere un consentimiento, y el factor económico hace que personas pobres no puedan consentir LIBREMENTE
@ValeArvejita No es casualidad, según quienes sostienen esta crítica, que solo personas en circunstancias muy extremas −como los campesinos turcos de la historia de 1989− acepten, por dinero, someterse a algo como la extracción de un riñón.
@ValeArvejita El motivo para prohibir la venta de órganos sería el mismo por el que los DDHH se declaran “inalienables”: SI PUDIÉRAMOS vender, digamos, el derecho a la integridad física, podríamos consentir por dinero que un sádico rico nos torture por placer, y sin cometer crimen alguno.
@ValeArvejita Ahora bien, el problema −contraargumenta Radcliffe Richards− es que proteger a posibles vendedores de órganos por la vía de prohibirles una vía para salir de la pobreza equivale a prohibirle a alguien, “porque actúa bajo coacción”, pagar rescate a quienes secuestraron a su hija
@ValeArvejita …con el resultado de que la menor muera: sí, el pago habría sido coactivo, pero era LA ÚNICA SOLUCIÓN a una situación desesperada. De modo análogo, si la pobreza es un tipo de coacción, ella PERDURA cuando les impedimos a las personas salir mediante la venta de sus órganos
@ValeArvejita En esta línea, Radcliffe Richards anticipa el argumento de Milei y Lemoine de esta semana, y señala incluso que muchas personas en EE. UU. habrían estado dispuestas a vender sus órganos para no perder sus hogares durante la crisis financiera del 2008.
@ValeArvejita Del argumento de Radcliffe Richards se desprende, entonces, que, AL MENOS COMO “MAL MENOR”, se debería considerar la posibilidad de la venta de órganos como paliativo cuando preservar la integridad física implicaría sacrificar fines como la salud de un familiar, o la vivienda.
@ValeArvejita Ahora bien, incluso si concedemos el punto de la autora, dos problemas siguen en pie a la hora de defender, como lo hacen los “libertarios” locales, la venta de órganos como “un mercado más”.
@ValeArvejita El primero es que, irónicamente, situaciones límite como las de no tener dinero para PAGAR EL TRATAMIENTO DE UN HIJO, son producto de políticas como las que promoverían Milei y Lemoine: nadie necesitaría vender un órgano con salud PÚBLICA, GRATUITA Y DE CALIDAD
@ValeArvejita Es decir: el texto de Radcliffe puede, en el mejor de los casos, tratar estas situaciones límite como un “dato”, como algo que se les impone a los sectores menos privilegiados. Pero no es posible apelar a la lógica del “mal menor” cuando se DEFIENDE la causa del problema.
@ValeArvejita La premisa 1 de Milei incluía la condición de que NO HABÍA NINGUNA OTRA forma de salir de una situación desesperada. Pero resulta sospechosa cuando viene de alguien que se opone a los servicios PÚBLICOS de salud, al DERECHO a la vivienda, o a los impuestos REDISTRIBUTIVOS.
@ValeArvejita Así, el argumento se convierte en “vendan sus órganos para salir de una situación desesperada DADO QUE HEMOS DECIDIDO DE ANTEMANO BLOQUEAR CUALQUIER OTRA SALIDA”.
Pero hay, incluso así, un obstáculo más importante para concebir la venta de órganos como “un mercado más”.
@ValeArvejita El argumento de Milei sirve como máximo para defender la posibilidad de VENDER órganos, pero no nos dice nada acerca de quién habría de COMPRARLOS. Concederle el punto sería compatible con formas NO COMERCIALES de asignar los órganos, como promueven Erin y Harris.
@ValeArvejita En otras palabras: INCLUSO SI aceptamos la conclusión del argumento de Milei, de eso NO SE SIGUE que la asignación de un recurso de primera necesidad como un órgano debería funcionar al modo de “un mercado más” en lugar de centralizada por el Estado y según criterios clínicos.
@ValeArvejita Esto fue #ArgumentosEnUnaBaldosa con @valearvejita.
Los saludamos con todo nuestro corazón y demás órganos internos.
Share this Scrolly Tale with your friends.
A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.