Viaje al Patrimonio Profile picture
Un día me propuse escribir un artículo de cada uno de los 1.223 sitios Patrimonio Mundial🌍🏛️ Ahora los conecto semanalmente con #PatrimonioEnlazado

Jun 15, 2022, 17 tweets

Hubo una vez un pequeño reino de riquísimas influencias rodeado de poderosos imperios.

Duró poco, no podía ser de otro modo, pero le dio tiempo a levantar un hipnotizante mausoleo.

Hoy en #HiloPatrimonio miramos al infinito en Nemrut Dag

Aunque la Turquía moderna ocupe toda la península de Anatolia, durante muchos siglos de la Antigüedad los cambios de manos y la fragmentación fueron la norma.

A mediados del primer milenio aC se convirtió en el puente entre Occidente y Oriente que conocemos

Persia desde Oriente, Grecia desde Occidente, las influencias construyeron sobre pueblos anteriores como los armenios.

De todos bebió el minúsculo Reino de Comagene, surgido en el siglo II aC al aprovechar el sátrapa local, Ptolomeo, un vacío de poder entre los persas

Esta satrapía estaba situada a los pies de los montes Tauro y disfrutaba de las aguas del curso alto del Éufrates, que llegaba del este.

Su capital, Samosata, fue tragada en el siglo XX por una gran presa, pero el mausoleo sobrevivió en las montañas

Comagene apenas tenía la extensión de Bélgica, así que tocaba tirar de estrategia.

Los sucesores de Ptolomeo se acercaron a los persas partos, abrazaron sus raíces helenísticas, se unieron por matrimonio con sirios y aceptaron vasallaje de Armenia

Cuando los romanos llegaron desde el oeste, Comagene volvió a mover posiciones y se acercó al nuevo gran imperio en Anatolia.

Antíoco I se alió con ellos en el siglo I aC para garantizarse la supervivencia, pero abrió las puertas a la asimilación cultural y política

Comagene desapareció definitivamente en el año 72 y su cultura se diluyó en la historia. En el siglo XIX, solo los kurdos de la zona conocían el mausoleo.

Uno de ellos le presentó el lugar al alemán Karl Sester, aunque aún faltaban décadas para la llegada de arqueólogos

Fue gracias a la estadounidense Theresa Goell y el alemán Friedrich Karl Dörner. Juntos trabajaron desde 1954 en varias campañas que recuperaron las famosas cabezas.

Lo que nunca pudieron hallar es tumba alguna, probablemente enterrada bajo toneladas de piedras

Las inscripciones identificaron el lugar como el mausoleo de Antíoco I, el que firmara la alianza con Roma.

Antíoco se refirió a Nemrut Dag como ἱεροθέσιον, concepto que mezcla la idea de mausoleo real y santuario

Los últimos cincuenta metros de los 2.134 del monte Nemrut corresponden al túmulo de piedras bajo el cual estaría la tumba de Antíoco.

Lo flanquean tres terrazas monumentales, siendo las de este y oeste las más destacadas, a las que llegan caminos procesionales

Aunque en ruinas, de las terrazas se recuperaron inscripciones, relieves y estatuas que cuentan la historia de Nemrut Dag, Antíoco y, el último término, Comagene.

En él, conceptos como sincretismo religioso y fusión estilística cobran significado pleno

Excavadas en la roca, las terrazas tienen esquema similar, aunque la del este suma un altar.

Ambas cuentan con cinco estatuas sedentes de unos diez metros escoltadas por otro par de estatuas de un león y un águila. Entre ellas, dioses y el propio Antíoco

El paso del tiempo tiró abajo las cabezas de todas las estatuas, desfiguradas además con un patrón que sugiere bastante intencionalidad, pues las narices corrieron la peor suerte.

Los arqueólogos las desenterraron, pero no se restauraron

Y hay algo mágico en esta decisión.

Maltrechas, yaciendo a los pies de sus cuerpos, mirando al infinito, estas estatuas nos hablan de los siglos que llevan aquí, sufriendo en sus grietas los duros inviernos de las montañas Tauro

Desperdigados por el suelo yacen también varios ortostatos o estelas con relieves que completan la historia de Nemrut Dag. Varias muestran a reyes dando la mano a dioses.

También vemos un león con referencias astronómicas que han dado lugar a distintas hipótesis

También hay varios pedestales con restos de estelas en las que se representan los ancestros de Antíoco.

A un lado, la estirpe persa liderada por el gran Darío. Al otro, la estirpe griega con Alejandro Magno al frente.

Es la constante doble referencia de Nemrut Dag

Todo el mausoleo transmite un claro sentir helenístico, pero muchas referencias, como las vestimentas, nos remiten a Persia.

Es la seña de Comagene, la síntesis de todo un pequeño y efímero reino representado en el fascinante mausoleo de Nemrut Dag

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