Gorka López de Munain Profile picture
Aunque me doctoré en Historia del Arte, lo mío es la historia de las imágenes. Profesor en la @upvehu, en la @UNED y en la Univ. de Buenos Aires.

Aug 4, 2022, 20 tweets

Cada vez que visito Puente la Reina/Gares siento un pequeño hormigueo en la tripa. Me pasa con algunos lugares que, por algún motivo, reverberan en mí de un modo especial. En este pequeño hilo os propongo un #paseoveraniego por este hito del camino jacobeo.

Arrancamos en el puente sobre el río Arga que da nombre a la localidad. Se trata de una espectacular obra de ingeniería impulsada a mediados del siglo XI para favorecer el tránsito de peregrinos y mercancías. Se compone de 7 ojos, aunque algunos de ellos están casi ocultos.

La documentación nos impide saber quién fue la reina que lo patrocinó e impulsó. Sus constructoras pudieron ser o bien la reina Doña Munia de Castilla (casada con Sancho Garcés III) o Doña Estefanía (casada con García Sánchez III).

Esta edificación impulsó la población del lugar y, junto a otra serie de estrategias similares, logró desviar el trazado del Camino de Santiago (que antes discurría por Álava) para llevarlo por suelo navarro, atrayendo así riqueza y prosperidad.

Bajando por el puente nos adentramos en el trazado de la calle Mayor. La concesión del fuero en el año 1122 por parte de Alfonso I el Batallador impulsó la creación ordenada de una villa de gran riqueza y motivó la erección de la iglesia de Santiago, nuestra siguiente parada.

De su etapa románica conserva la gran portada sur y la que se abre a los pies del templo. La portada principal, de finales del siglo XII, recoge toda la tradición constructiva del mejor románico navarro y funde en ella lo aportado por los talleres que trabajaron en Estella.

Así, la disposición de las dovelas y la elección de los temas nos recuerda a la portada de San Miguel de Estella (imagen de la derecha),

mientras que la decoración polilobulada de la primera arquivolta replica el modelo de San Pedro de la Rúa (imagen de la derecha).

Pero ahora no nos detendremos en los detalles de las dovelas, pues necesitaríamos todo un hilo para ello, sino que nos fijaremos en un curioso detalle.

Entre las grandes columnas hay unas más pequeñas que terminan con cabezas de hombres, mujeres y seres monstruosos. Están tan bien esculpidas que permiten ver cómo era la moda de la época, pues visten tocas muy detalladas y tienen el cabello peinado con el look del momento.

Merece la pena asomarse al interior. En el siglo XVI se demolieron las naves románicas y se levantó un inmenso templo cubierto por unas impresionantes bóvedas estrelladas. Gares era una villa rica y las poderosas familias que la habitaban quisieron prestigiarla con esta obra.

Al terminar la calle Mayor entramos en la calle del Crucifijo. Allí nos vamos a encontrar con una extraña pared con agujeros que, en realidad, es un parapeto carlista. En este sencillo muro se abrieron unas ventanas en forma de aspillera que formaban parte del sistema defensivo.

Llegamos al final del paseo, donde nos espera la preciosa portada románica de la iglesia del Crucifijo. Este templo quedaba fuera del recinto, por lo que se cree que pudo ser la parroquia del despoblado de Murugarren. Sin embargo, la iglesia llegó al siglo XX en estado de ruina.

Durante las Guerras Carlistas la zona del convento se utilizó como cuartel y la iglesia se empleó como establo. Tras su abandono se hundió y no fue hasta mediados del siglo XX cuando se emprendió su reconstrucción.

Las labores fueron intensas... como se puede comprobar viendo las fotografías antiguas (tomadas de @RomanicoDigital).

La portada tiene numerosas piezas rehechas, pero aún conserva buena parte de sus elementos románicos.

Pero una de las joyas de esta iglesia es, sin duda, el crucifijo gótico que le da su nombre. Sancha Pérez de Bertolín dejó en su testamento de 1328 la orden de construir una nave lateral que acogiera la fabulosa talla de un crucificado.

Tal es la calidad de esa pieza, que algunos la han vinculado al taller del escultor italiano Giovanni Pisano. Lo cierto es que es una imagen sobrecogedora. Cristo aparece ya muerto, tras su agonía, siguiendo así una tipología que se puso de moda en la Europa de finales del XIV.

Terminamos aquí el paseo por Puente la Reina/Gares y, si aún tenéis ganas de más, os dejo el enlace a la charla que tuve ayer con el gran @unai_ugarte en el programa “Entre calles” de @radioeuskadi. eitb.eus/es/radio/radio…

Este verano estaremos hablando de patrimonio y lugares con encanto todos los miércoles a partir de las 11:30. ¡Os espero en el próximo #paseoveraniego!

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