🌐Para quienes les gusten los intentos de predicción, en solo 6 días del 2023 ya están pasando muchas cosas en el mundo como para darnos una idea de lo que se vendrá.
Qué puede ocurrir este año en Oriente Medio entre la paz y la guerra:
Antes de terminar el 2022, células del ISIS se adjudicaron un ataque en Egipto a solo 100km de El Cairo dejando 4 muertos. Después de algún tiempo, el ISIS volvió a atacar en la región occidental de Suez, donde está el canal, que es fundamental para el comercio internacional.
Por ser uno de los pasos marítimos de mayor importancia, cualquier movimiento en esta zona tendría un impacto directo en el resto del mundo y agravaría muchas de las cosas que ya están complicadas en algunas zonas por la invasión rusa en Ucrania.
Sería, además, un importante dolor de cabeza para la economía egipcia. En el 2022, el tránsito marítimo aumentó un 23% de lo que había sido hasta noviembre de 2021 trayendo beneficios por más de 7 mil millones de dólares.
A su vez, el 12% del comercio mundial pasa por el canal.
Logrando, por el momento, su reconstrucción en Siria y en Irak, los elementos del ISIS tienen una relación cada vez más grande y peligrosa con otra de las facciones terroristas que gobierna la Franja de Gaza: Hamas.
Para algún trasnochado en la información, es justamente esta unidad entre ISIS, Hamas y la Hermandad Musulmana, otra organización terrorista creada en Egipto, lo que fundamenta el bloqueo que Egipto tiene sobre la Franja de Gaza.
Sí, Egipto es quien bloquea Gaza.
Las protestas en Irán tras el asesinato de Mahsa Amini en septiembre dejaron una serie de protestas que se transformaron en revolución.
Después de años de lucha del pueblo iraní, los Ayatollah saben que el poder se puede diluir muy rápido.
Irán es hoy quien mayor cobijo le da a Rusia, enroscado en la invasión a Ucrania desde febrero de 2022. El traspaso de información militar y tecnológica, especialmente en drones, le dieron vida en el campo de batalla logrando episodios lamentables.
El ataque ruso sobre Umán, Ucrania, a finales del año pasado y usando los drones iraníes, fue bajo las directivas de atacar a las poblaciones judías durante Rosh Hashaná.
La posible actitud de Turquía bajo el mandato de Erdogan es también bastante inquietante.
El factor de Irán llega, también, hacia los territorios bajo control palestino. No hay que olvidarse que la Yihad Islámica Palestina y sus misiles son chiitas, la misma rama del islam mayoritaria en Irán.
Son las piezas de los Ayatollah para atacar a Israel y a los árabes.
Llegando también a Judea y Samaria, Irán en Israel puede provocar una desestabilización especialmente en los campos de refugiados donde el terrorismo se encuentra operativo.
Hay que sumar, además, que la Autoridad Nacional Palestina no sabe, no quiere o no puede controlar.
Siguiendo los pasos de los dictadores árabes y las cleptocracias, el líder de la Autoridad Nacional Palestina tiene 87 años y no es alocado pensar ya en lo que pasará cuando muera: si ningún grupo lo contiene, seguro estalle una guerra civil palestina por su sucesión.
Una guerra por la conducción de las facciones palestinas sería muy grave porque la división entre ellos es muy profunda. No hay un escenario claro en lo que puede pasar, pero lo seguro es que Hamas se esté relamiendo por agarrar zonas que pierda la Autoridad Palestina.
Vamos a entrar también en el tercer año de los Acuerdos de Abraham, lo que permitió la normalización entre Israel, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. En África, es también importante lo que ocurra con Marruecos y Sudán, que también adhirieron al Acuerdo.
Los desafíos para este año tendrán que ver con lograr que esos acuerdos firmados entre gobiernos se pasen a los ciudadanos árabes de a pie. Y en esto va a ser fundamental el rol del hermano mayor del Golfo cuya decisión de normalizar las relaciones con Israel cambiará el panorama
La posibilidad de que Arabia Saudita también se adhiera, daría muchos avances a futuro en los acuerdos de normalización de los árabes e Israel para contener la expansión de Irán a la que los árabes sunitas escapan.
Hay también un cambio político generacional en el reino.
Y acá la cuestión de los palestinos vuelve a ser importante para Riad, la capital saudí, porque significa un recambio completo en su mentalidad y la necesidad de proponer una paz duradera.
Sin embargo, los intereses nacionales saudíes y del golfo son pragmáticos y no dogmáticos
Los saudíes saben que la disputa con Irán es también por el comercio y el control económico de la región. El tema del petróleo y el paso por el Estrecho de Ormuz permitiría entender porque los saudíes tendrán que renunciar a una mentalidad bélica de más de siete décadas.
Bajo los rumores por su estado de salud y la creciente inestabilidad en el Líbano, país sacudido por Hezbollah encuentra una posible continuación en Yemen con los Hutíes, otra de las facciones que Irán apoya y que están ganando cada vez más control a las puertas de Arabia Saudí.
Con las fallidas negociaciones de paz y el alto al fuego sumada la presencia de Irán en fomentar y financiar a los hutíes que atacan objetivos saudíes, la guerra en Yemen está lejos de terminar.
Es la guerra que acompañó también a Siria desde el 2011-2012.
Porque están atacando muy cerca de las fronteras con Arabia Saudí, del Estrecho Bab El Mandeb y de Yibuti, los hutíes son hoy una amenaza regional que va ganando la autonomía de Hezbollah en el Líbano.
Los ataques de Israel sobre el aeropuerto de Damasco, la capital de Siria, demuestran que el país bajo mandato de Bashar Al Assad sigue siendo una puerta de entrada para, además de Rusia, Irán.
Esto lleva a conexión directa con Argentina.
Irán continuará moviéndose a través de aerolíneas subsidiarias por distintos países de la región y por fuera. En Siria, utilizan los aeropuertos para el traslado de municiones y armamentos al Líbano y zonas de guerra.
En Argentina, se investiga una conexión criminal-terrorista.
Que #MahanAir, sancionada por las medidas OFAC, opere a través de otras aerolíneas en América Latina es indicio suficiente para que la justicia de los países de Argentina, Brasil y Paraguay trabajen para desenmascarar el entramado que une con su Triple Frontera.
El rol de Turquía en Siria es también importante porque conecta con lo que está sucediendo en Irán: la cuestión de los kurdos.
Si normalizan sus relaciones los gobiernos turco y sirio, Erdogan estaría dispuesto a avanzar contra los kurdos que Ankara considera terroristas.
Los kurdos son los que Turquía e Irán se turnan para atacar también en la zona norte de Irak. Si hay algo que va a dificultar también a la cuestión kurda es que su pretendido estado afecta la integridad territorial y estratégica (económica) de cinco países.
Estaríamos hablando hoy de más de 30 millones de personas a las que habría que integrar a un Kurdistán que se componga de territorios de Irán, Irak, Turquía, Siria y Armenia.
Se disputan entre sí el control de los recursos energéticos: petróleo y gas.
Por eso está también el doble juego de Erdogan, que parece más un islamista que un laico, entre la Rusia de Putin y la propia OTAN de la que es miembro desde hace mucho tiempo.
Europa sabe que tener a Erdogan en contra es un tiro en el pie.
Especialmente porque son los turcos quienes tienen una llave a la que Europa teme por su falta de control: la inmigración islámica y las infiltraciones islamistas. Toda la inestabilidad en Oriente Medio y sus zonas cercanas se traduce en oleadas migratorias a Europa.
Por eso el tema de Siria es tan complejo y muy poco nítido: si Turquía puede ingresar a territorio sirio para terminar con los kurdos, entonces podría desestabilizarse la zona del kurdistán sirio y hacer renacer el foco del Estado Islámico en la zona.
Putin, que barrió con ciudades enteras durante la guerra siria, sigue mirando en detalle lo que allí pasa porque su relación con Al Assad, otro socio de Irán, lo posiciona como una variable que puede modificar, para bien o para mal, lo que pase en Siria.
Por eso la discusión de que Israel tome una postura más drástica en Ucrania, que a fin de cuentas es ni más ni menos que una guerra europea con alcance mundial, puede desestabilizar Siria y con eso despertar al germen ya muy conocido en la zona: el terrorismo.
Y aquí el paso del nuevo gobierno israelí con Netanyahu como primer ministro tiene una importancia mayor. Tras pocos días de haber asumido, muchos esperan en su figura un pronunciamiento respecto al tema en Ucrania y la posibilidad de mediar con Rusia.
Por esto también es que Siria se puede convertir en el otro escenario en el cual Rusia e Irán muevan sus fichas contra Estados Unidos e Israel, respectivamente.
No hay que olvidarse que Ucrania es el epicentro de una disputa por el poder global ente Washington y Moscú.
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