El Barroquista Profile picture
Miguel Ángel Cajigal Vera · Historiador del Arte y la Arquitectura | Músico | Patrimonio Cultural y Museos #OtraHistoriaDeLaArquitectura

Feb 23, 2023, 18 tweets

Hubo una dictadura que creyó que le podía decir a la gente qué arte le tenía que gustar.

Spoiler: sale mal.

Acompáñame a conocer uno de los episodios más cínicos y vergonzosos de la historia reciente.

El nazismo y el "arte degenerado".

🧵ReFluzo de #FluzoPropaganda

La historia del nazismo y el "arte degenerado" (Entartete Kunst) es muy conocida.

Se hacen tantos documentales de nazis que seguro que te suena: fue la persecución y propaganda en contra del arte moderno por parte del estado.

Lo que no se suele contar es que salió bastante mal.

En la cabeza de los jerarcas sonaba perfecto.

"Vamos a crear un arte oficial, que represente lo bueno, lo heroico y lo glorioso. Y vamos a ridiculizar todo lo que no sea ese arte".

Curiosamente, algo muy parecido a lo que hacía también Stalin en la URSS.

Paradojas de la vida.

El arte oficial del Tercer Reich, salvo las películas de Leni Riefenstahl y poca cosa más, era de una falta de imaginación apabullante.

Extremadamente repetitivo, era una especie de copia fría del arte clásico.

La escultura de Arno Breker es el paradigma.

Al nazismo no le gustaban las cosas impredecibles.

No le gustaban las cosas que no tuviesen pedigrí alemán. (Lo que ellos creían que era "alemán").

No le gustaba la mezcla de influencias.

La verdad es que era difícil, con tanta limitación, que saliese algo interesante.

El caso es que el ascenso del nazismo coincidió con una de las épocas más efervescentes de creatividad en toda la historia del arte europeo.

Es el período de las llamadas vanguardias históricas.

Y al nazismo no le gustaba nada de eso.

Todo les parecía "degenerado".

El afán de persecución cultural fue delirante.

Incluso artistas como Rembrandt estaban en la picota, porque lo consideraban el "pintor de los judíos".

Van Gogh también les causaba repulsión.

El gusto oficial era muy estrecho y se seguía como un dogma de fe.

La persecución al arte se extendió a la música, persiguiendo a los compositores más modernos, como Schönberg o Stravinski, e intentando vetar también (con no demasiado éxito) la música más de moda del momento: el jazz.

Cientos de músicos tuvieron que huir del país.

Prepararon una campaña de veto sin precedentes.

Se llegaron a hacer listas sistemáticas de artistas "degenerados".

Si eras de origen judío tenías todas las papeletas para acabar en esta lista.

Y de origen ruso, eslavo, socialdemócratas, comunistas...

La engrasada maquinaria mediática del Reich, de la que hemos hablado en #FluzoPropaganda, se puso a criticar este arte degenerado.

Para más escarnio, tuvieron la genial idea de organizar exposiciones por todo el país con estas obras, para que la gente fuese a burlarse.

En uno de los ejemplos más burdos de pensamiento dirigido contra el arte que se recuerde, en las exposiciones las obras estaban con frecuencia mal colgadas, desordenadas, y en las paredes se escribían todo tipo de eslóganes y consignas insultantes.

¿Y qué pasó?

Pues lo predecible.

Si promueves un arte oficial que es más soso que la pechuga de pollo de hospital y luego le dices a tu población que el "arte degenerado" es todo lo contrario y produce asco absoluto...

La venganza simbólica del arte fue que las exposiciones de "arte degenerado" fueron las más exitosas que nunca se habían celebrado en Alemania.

Aunque la gente fuese, teóricamente, a reírse de todo aquello, el caso es que iban en masa.

Más de dos millones de personas, de hecho.

Pero ojo: fue un triunfo solo simbólico.

La persecución al arte de vanguardia fue gravísima para cientos de artistas y para el patrimonio cultural europeo.

Se destruyeron miles de obras.

A otras se les perdió la pista para siempre.

Alemania perdió generaciones de artistas.

En el colmo del cinismo, mientras oficialmente este arte se consideraba lo peor del ser humano, muchos jerarcas hacían lucrativos negocios con él.

Hablamos de miles y miles de obras de arte incautadas ilegalmente.

Otros lo coleccionaban para sí mismos, como Hermann Göring.

En este caso, la historia nos ofrece una enseñanza bastante clara.

No te fíes de quien quiera censurar la creación.

Desconfía de quien quiera vetar el arte que no encaje con sus ideas o de quien busque que el arte se haga solo a su gusto.

#FluzoPropaganda

Espero que os haya gustado el ReFluzo.

Se agradece RT en el primer tuit para que llegue a más gente.

Recordad que podéis ver de nuevo #FluzoPropaganda en este enlace:

👉rtve.es/play/

Imágenes: The Collector, WDR, Victoria and Albert Museum, NatGeo y Wikimedia.

BONUS

Desde 2014, el inventario de las 20.000 obras de arte censuradas como "arte degenerado" se puede consultar online en la página web del Victoria & Albert Museum.

vam.ac.uk/articles/explo…

Share this Scrolly Tale with your friends.

A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.

Keep scrolling