La historia del nazismo y el "arte degenerado" (Entartete Kunst) es muy conocida.
Se hacen tantos documentales de nazis que seguro que te suena: fue la persecución y propaganda en contra del arte moderno por parte del estado.
Lo que no se suele contar es que salió bastante mal.
En la cabeza de los jerarcas sonaba perfecto.
"Vamos a crear un arte oficial, que represente lo bueno, lo heroico y lo glorioso. Y vamos a ridiculizar todo lo que no sea ese arte".
Curiosamente, algo muy parecido a lo que hacía también Stalin en la URSS.
Paradojas de la vida.
El arte oficial del Tercer Reich, salvo las películas de Leni Riefenstahl y poca cosa más, era de una falta de imaginación apabullante.
Extremadamente repetitivo, era una especie de copia fría del arte clásico.
La escultura de Arno Breker es el paradigma.
Al nazismo no le gustaban las cosas impredecibles.
No le gustaban las cosas que no tuviesen pedigrí alemán. (Lo que ellos creían que era "alemán").
No le gustaba la mezcla de influencias.
La verdad es que era difícil, con tanta limitación, que saliese algo interesante.
El caso es que el ascenso del nazismo coincidió con una de las épocas más efervescentes de creatividad en toda la historia del arte europeo.
Es el período de las llamadas vanguardias históricas.
Y al nazismo no le gustaba nada de eso.
Todo les parecía "degenerado".
El afán de persecución cultural fue delirante.
Incluso artistas como Rembrandt estaban en la picota, porque lo consideraban el "pintor de los judíos".
Van Gogh también les causaba repulsión.
El gusto oficial era muy estrecho y se seguía como un dogma de fe.
La persecución al arte se extendió a la música, persiguiendo a los compositores más modernos, como Schönberg o Stravinski, e intentando vetar también (con no demasiado éxito) la música más de moda del momento: el jazz.
Cientos de músicos tuvieron que huir del país.
Prepararon una campaña de veto sin precedentes.
Se llegaron a hacer listas sistemáticas de artistas "degenerados".
Si eras de origen judío tenías todas las papeletas para acabar en esta lista.
Y de origen ruso, eslavo, socialdemócratas, comunistas...
La engrasada maquinaria mediática del Reich, de la que hemos hablado en #FluzoPropaganda, se puso a criticar este arte degenerado.
Para más escarnio, tuvieron la genial idea de organizar exposiciones por todo el país con estas obras, para que la gente fuese a burlarse.
En uno de los ejemplos más burdos de pensamiento dirigido contra el arte que se recuerde, en las exposiciones las obras estaban con frecuencia mal colgadas, desordenadas, y en las paredes se escribían todo tipo de eslóganes y consignas insultantes.
¿Y qué pasó?
Pues lo predecible.
Si promueves un arte oficial que es más soso que la pechuga de pollo de hospital y luego le dices a tu población que el "arte degenerado" es todo lo contrario y produce asco absoluto...
La venganza simbólica del arte fue que las exposiciones de "arte degenerado" fueron las más exitosas que nunca se habían celebrado en Alemania.
Aunque la gente fuese, teóricamente, a reírse de todo aquello, el caso es que iban en masa.
Más de dos millones de personas, de hecho.
Pero ojo: fue un triunfo solo simbólico.
La persecución al arte de vanguardia fue gravísima para cientos de artistas y para el patrimonio cultural europeo.
Se destruyeron miles de obras.
A otras se les perdió la pista para siempre.
Alemania perdió generaciones de artistas.
En el colmo del cinismo, mientras oficialmente este arte se consideraba lo peor del ser humano, muchos jerarcas hacían lucrativos negocios con él.
Hablamos de miles y miles de obras de arte incautadas ilegalmente.
Otros lo coleccionaban para sí mismos, como Hermann Göring.
En este caso, la historia nos ofrece una enseñanza bastante clara.
No te fíes de quien quiera censurar la creación.
Desconfía de quien quiera vetar el arte que no encaje con sus ideas o de quien busque que el arte se haga solo a su gusto.
Imágenes: The Collector, WDR, Victoria and Albert Museum, NatGeo y Wikimedia.
BONUS
Desde 2014, el inventario de las 20.000 obras de arte censuradas como "arte degenerado" se puede consultar online en la página web del Victoria & Albert Museum.
Este tema sé que puede ser incómodo, pero lo que ha pasado con la restauración de la Macarena es que se han hecho las cosas como se han hecho toda la vida con estas imágenes.
Y ahora (sorpresa) se espera que lo arregle el IAPH, que es una institución PÚBLICA.
Que luego es lo de siempre: a los que insistimos en que las cosas hay que hacerlas BIEN nos llaman poco menos que "quemaconventos".
Pero luego cuando se hacen MAL, la misma gente pide que se hagan como hemos dicho que deberían de hacerse siempre.
Por denunciar el trato erróneo (tanto técnicamente como históricamente) a los tapices ricos del Corpus de Toledo me insultaron muchas de las mismas personas que ahora están muy afligidas porque con la Macarena se ha hecho lo mismo que en Toledo: la falta de criterio.
Hoy se cumplen dos siglos de la muerte de un compositor que es injustamente famoso por algo que nunca hizo: odiar a Mozart.
¿De dónde viene el falso mito de Antonio Salieri?
HILO
Antonio Salieri (el de verdad) fue un compositor de gran éxito en la Viena de finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Su música fue admirada por gente como Schubert o Beethoven.
Y, por supuesto, por Mozart.
El relato de la enemistad entre ambos, aderezado con teorías conspiratorias sobre el fallecimiento de Mozart, no se corresponde en absoluto con la realidad.
Fueron rivales. Pero como muchos otros músicos. No tenemos ninguna prueba de una inquina particular.
"El postureo en redes sociales ha matado el turismo de verdad, convirtiendo los destinos en simples escenarios para la foto"
EL TURISMO "DE VERDAD":
¿Nos hacemos foto-picnic en lo alto de la Gran Pirámide?
🧵(hilo)
La imagen del tuit anterior fue frecuente durante mucho tiempo: aunque hoy está prohibido, el turismo a Egipto incluía trepar a lo alto de la pirámide de Keops.
Básicamente, para hacerse la foto, porque no es un lugar muy confortable.
Si nos fijamos bien en la primera imagen, parece evidente que han subido a posar, porque el viento es notable.
El recorrido se hacía con guías que subían (literalmente) a los turistas y, como se aprecia en la foto, a veces también cargaban "atrezzo".
"Bajo ninguna circunstancia deberá el monumento ser expuesto al aire libre".
Veamos las condiciones exactas que Egipto y la Unesco acordaron con España para la donación del templo de Debod.
Y que España se empeña en incumplir.
HILO
#TemploDeDebod
En 1968 España recibió de Egipto el que seguramente sea el mayor regalo patrimonial de su historia: un templo egipcio.
Un regalo tan inusual (hoy sería impensable) se debió a la importante colaboración española en la International Nubian Campaign.
Esta campaña es probablemente el mayor hito de la historia del salvamento del patrimonio cultural.
Más de 50 países colaboraron con Egipto durante veinte años para rescatar decenas de monumentos que, de lo contrario, habrían quedado sepultados por el Lago Nasser.