Poon Lim es un chino de Hainan que se gana la vida como cocinero a bordo del SS Benlomond y tiene una vida tranquila rumbo a Paramaribo, Guayana Holandesa y Nueva York desde Ciudad del Cabo, hasta que el 23 de noviembre de 1942 se convierte en náufrago. #WH_personajes 
Comienza entonces una carrera mítica por la supervivencia que te contamos aquí y ahora.
El SS Ben Lomond estaba armado, pero se desplazaba lentamente y navegaba en solitario en lugar de hacerlo en convoy.
El 23 de noviembre, el submarino alemán U-172 intercepta y dispara al Beck Lomond con dos torpedos en la posición 00.30, -38.45, a unas 750 millas al este del Amazonas.
Mientras el barco se hunde, Poon Lim encuentra un chaleco salvavidas y salta por la borda antes de que las calderas del buque estallen.
El barco se hunde en dos minutos, lo que provoca que 53 de los 54 tripulantes desaparezcan. El capitán, 44 marineros y 8 artilleros convierten a Lim en el único superviviente.
Después de pasar aproximadamente dos horas en el agua encuentra una balsa de madera de 2,4 metros de lado aprox. y, aprovechando que no tiene a ninguna Rose que se lo impida, se encarama a ella.
La balsa contiene varias latas de galletas, un jarro con agua de 40 litros de capacidad, algo de chocolate, una bolsa con terrones de azúcar, varias bengalas, dos botes de humo y una linterna.
Es probable que si alguna vez vas a ser náufrago y te ofrecen una balsa con todo eso aceptes sin pestañear...
... aunque, siendo honestos, ¿quién puede pensar que le vayan a rescatar en el medio del océano antes de que se le acaben los víveres, por muchos que sean? Lo mismo piensa él.
Poon Lim puede mantenerse inicialmente vivo gracias al agua y la comida de la balsa, pero no deja de pensar en un plan B. O morir.
Pintan bastos para Lim termina con todo antes de que llegue nadie, así que tiene que recurrir a pescar y a recoger agua de lluvia, empleando la lona del chaleco salvavidas como cubierta.
Como no sabe nadar muy bien, se ata en la muñeca una cuerda unida al bote, por si acaso cae al agua.
Toma un cable de la linterna y se hace un anzuelo, empleando cuerda de cáñamo como sedal.
También extrae un clavo de la balsa de madera y lo dobla hasta fabricarse otro anzuelo para peces de mayor envergadura.
Cuando captura un pez, lo abre empleando un cuchillo que se ha fabricado a partir de una lata de galletas y lo pone a secar sobre un cordel de cáñamo sobre la balsa.
Pero pintan bastos para Poon...
De repente una gran tormenta le alcanza, arruinándole el pescado y ensuciándole el agua dulce.
Poon, a duras penas aún vivo, consigue atrapar un pájaro... y beberse su sangre para sobrevivir. #LOL
Lleva tiempo divisando tiburones cerca y empieza a prepararse para capturar alguno y sacrifica su comida -los pájaros- para usarlos como cebo para los tiburones.
El primer tiburón que atrapa no es mayor de una cuarta. Algo es algo. Al tragarse el cebó y tirar del sedal con fuerza, Poon Lim, prudentemente, ha reforzado la pita hasta conseguir el doble de grosor.
Y no solo eso. Para poder tirar con fuerza de él y sacarlo del agua, se ha envuelto las manos con la lona.
El tiburón le ataca una vez que lo sube a bordo de la balsa, así que coge el jarro con agua de mar que tiene para usarlo con contundencia.
Después de dominarlo, Ponn Lim lo abre y sorbe la sangre del hígado como si de un vampiro estuviéramos hablando.
Pero hace tiempo que llueve, y sus reservas de agua potable se han acabado. Para mitigar la sed de cualquier manera le corta las aletas al tiburón y las pone a secar al sol - una exquisitez típica de su tierra natal, Hainan.
Pasan los días. Y los meses. Y sigue milagrosamente flotando en medio de ninguna parte.
En dos ocasiones algunos navíos pasan cerca de él: primero un carguero, y más tarde un escuadrón de aviones de la US Navy.
Poon cree que el carguero sí llega a divisarle, pero que no le rescata porque es asiático, pensando que proviene de alguna embarcación japonesa hundida.
Los aviones de la Armada sí que lo ven, y uno de ellos deja caer una boya de señalización al agua en medio de un temporal de lluvia.
Y como siguen pintando bastos para Poon, vuelve a perderse en la inmensidad.
Al principio, cuenta los días haciendo nudos en una cuerda, pero como ya van cerca de 100 días, piensa que no tiene sentido, y decide contar las lunas llenas. El pesimismo a veces es una virtud.
Así las cosas, un día un submarino alemán pasa por su zona mientras hace maniobras de tiro disparando a las gaviotas... pero no tiene suerte y no le ven.
Después de 133 días en la balsa de supervivencia, Ponn Lim se aproxima a tierra en lo que parece la entrada de un río. Sólo él sabe de dónde saca las fuerzas.
Días más tarde, se da cuenta de que está cerca de la tierra porque el color del agua ha cambiado; ya no es del azul oscuro del océano.
Finalmente, tres pescadores brasileños le rescatan y le llevan a Belém tres días más tarde.
Imaginad la escena. Has salido de Ciudad del Cabo y lo siguiente que ves después de meses a la deriva es tres personas del otro lado del Atlántico.
Aquí termina la odisea de Poon Lim, a lo largo de la cuál ha perdido 9 kg, pero aun así es capaz de andar sin ayuda después del rescate.
Pasó cuatro semanas en un hospital brasileño, mientras el consulado británico le organizaba el viaje de vuelta a Gran Bretaña vía Miami y Nueva York.
Cuando se le comentaba que nadie había sobrevivido tanto tiempo solo en una balsa a la deriva en el mar, Poon Lim contestaba: “Espero que nadie tenga nunca que batir mi récord”.
Algunas personas han sobrevivido más tiempo perdidas en el mar; Jesús Vidaña flotó a la deriva durante, ojo, 10 meses en un bote de pesca inutilizado.
En una situación similar, José Salvador Alvarenga, un pescador de El Salvador, se perdió al parecer durante 439 días, flotando desde México a las Islas Marshall.
Sin embargo, nadie ha roto aún el récord de Poon Lim sobre una balsa salvavidas.
El rey Jorge VI le otorgó la medalla de la Orden del Imperio Británico, y la Marina Real Británica incorporó su historia a los manuales de técnicas de supervivencia.
Después de la Guerra, Poon Lim decidió emigrar a los Estados Unidos, pero la cuota de inmigrantes chinos ya había sido alcanzada. Sin embargo, debido a su fama y a la ayuda del senador Warren Magnuson, se le otorgó una dispensa, obteniendo finalmente la ciudadanía estadounidense.
El escritor Alfred Bester confesó más tarde que se basó en la odisea de Poon Lim en su novela The Stars My Destination, la cual empieza con un hombre perdido en el espacio.
Poon Lim murió en Brooklyn el 4 de enero de 1991.
La historia de Poon Lim es una de esas que merecen ser contadas, y por eso os la hemos traído de la wikipedia a twitter, para que la compartáis en esta tarde de festivo -en España-. #FelizPuente #FelizFinde a todos!
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
