En el contexto del #IITorneoArgivo realizado por el gran @EstoEsArgos he conseguido la capitanía del #TeamAtlas. ¡Aquí un hilo para conocer a este titán un poco más (y ver que no solo es un fortachón, como dicen por ahí)!
El nombre Atlas (o Atlante) tiene un etimología discutida. Muchos señalan la relación con el verbo griego τλῆναι (tlēnai), de la raíz indoeuropea *telh₂, que significa soportar, lo que se refiere a su cualidad de soporte de los cielos.
Virgilio lo asocia con la idea de algo fuerte, "durus", que soporta pero que también permanece (que dura) lo cual podría relacionarse con su relación con ciertas montañas, de la que ya hablaremos más abajo.
Hijo del titán Jápeto y de una océanide llamada Asia (o bien Clímene según otras fuentes), sus hermanos fueron los célebres Prometeo, Epimeteo y Menecio.
La descendencia de Atlas fue numerosa, particularmente con la oceánide Pléyone. Sus hijas más célebres con ella fueron las Pléyades, famosa constelación hoy en día. Con Hespéride, engendró a las Hespérides. También sería padre de Maya, madre de Hermes.
Varios mitos giran en torno a su figura. El tronco común es la de su castigo por haber apoyado a los titanes en su guerra contra los olímpicos. Mientras que otros de sus compañeros fueron condenados al Tártaro, Zeus preparó un castigo particular para Atlas.
Fue condenado a sostener la cúpula celeste por la eternidad en los extremos occidentales de la tierra. Por esto mismo se convirtió en un doblete de Ceo, titán que personificaba el eje sobre el cual giraban los astros del firmamento.
Muchas veces surge la confusión de que Atlas cargaría la Tierra misma sobre sus hombros. Esto es un error moderno, y las fuentes y representaciones antiguas son explícitas cuando afirman que lo que cargaba era el cielo o la esfera celestial.
Otro punto en el que coinciden muchos de los relatos es en la asociación de Atlas y el país de las ninfas del poniente, las Hespérides (sus hijas), guardianas del árbol de las manzanas de oro junto al dragón Ladón.
Justamente, un mito nos cuenta como Herácles recibió la tarea de recoger manzanas del célebre árbol. Cuando llegó al jardín donde éste se encontraba, decidió primero recurrir a Atlas a por ayuda. Herácles le pidió a él, padre de las guardianas de las manzanas...
...que recogiese por él unos cuantos frutos, mientras él mismo sostenía el cielo. Atlas intentó engañarlo para que lo soportara para siempre diciendo que él llevaría las manzanas de regreso a Grecia.
Pero Herácles se dio cuenta del ardid y le devolvió el cielo, supuestamente por algunos minutos mientras se arreglaba la capa. Atlas aceptó, y apenas tuvo el cielo sobre sus hombros nuevamente, el héroe escapó con las manzanas.
Otro mito es el del supuesto encuentro con Perseo. Las diferentes versiones hacen de Atlas aquí o bien un pastor, o un rey o un titán. Como fuera, Atlas se habría negado a ofrecer a Perseo el don de la hospitalidad, por lo que el héroe habría sacado la cabeza de la Gorgona...
...convirtiendo a Atlas en piedra, mejor dicho, en una cadena montañosa. Este es el mito del origen de los montes Atlas, en el noroeste de África (justamente donde se encontraba el supuesto jardín de las Hespérides), que hasta el día de hoy portan este nombre.
La relación de Atlas y estas montañas es recogida y amplificada por los autores más tardíos. Por un lado, a veces refuerzan la idea de que el país de esas montañas era el reino de un supuesto Atlas. La relación entre Atlas y la región se perpetuó de este modo
Por otro lado, la idea de Atlas como un rey humano, aunque muy particular, también se difundió más y más. Platón, por ejemplo, lo hace rey de la Atlántida, aunque la mayoría de los autores se conforma con nombrarlo como regente de un reino de África.
Pero aun en las versiones en las que era un rey, su relación con los cielos era muy clara. Sabio, filósofo, matemático y un ferviente astrónomo, habría sido el descubridor de la esfericidad de las estrellas e inventor del primer globo celeste
Por estas razones el geógrafo Mercator en el siglo XVI eligió el nombre “Atlas” para su obra reflexiva cosmográfica y geográfica llena de mapas celestiales y terrestres. En su prefacio, rinde honor a este titán y rey, a quien considera una de las figuras más importantes...
...de la historia de la humanidad por sus aportes al conocimiento científico. De ahí viene nuestra costumbre de llamar atlas a toda colección de mapas o enciclopedias geográficas e históricas.
Hoy en día, y desde hace tiempo, el término atlas o atlante también describe al recurso arquitectónico de una estatua con forma humana que ocupa el lugar de una columna o pilar. Usualmente se los coloca en lugar altos, implicando que “sostienen” un techo.
Por último, una personalidad del tipo Atlas designa, en ciertas ramas de la psicología moderna, a aquellas personas marcadas por el hecho de que, de niños, tuvieron que cargar con numerosas responsabilidades, que todavía pesan sobre ellos
Para terminar con este hilo, comparto algunas representaciones artísticas antiguas de nuestro ya preciado titán. El primer es el detalle de un lécito clásico, que representa a Herácles y Atlas.
Este es un represetanción de Hadda, Afganistán, y es uno de los ejemplos más conocidos del sincretismo alcanzando por el arte grecobudista. Data del siglo III.
Este detalle de una pátera de plata data del siglo IV, durante el reinado del emeprador romano Juliano el Apóstata. Entre muchas otras imagenes de dioses y héroes, podemos distinguir a Atlas.
Por último, este es un relieve de un sarcófago romano dedicado a un niño, proveniente de Ostia Antica. Podemos ver cómo en un curioso sincretismo, Atlas está sosteniendo a Luperca y a los gemelos Rómulo y Remos.
Y esto ha sido mi aporta al #IITorneoArgivo para el #TeamAtlas. ¡Todo like y rt es bienvenido para hacer triunfar a este increíble titán!
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Muchas veces olvidamos que Dioniso no fue sólo el dios del vino, sino un viajero y un conquistador.
Muchos mitos narraron sus andanzas a lo largo del mundo, pero una en especial caló hondo en la imaginación de los antiguos: sus viajes a la India.
¡Hilo! ⬇️
Hijo de Zeus y una mortal, Semele, Dioniso era un dios con un carácter muy particular. Nacido dos veces (la segunda del muslo de Zeus), enloquecido por Hera, caminante incansable, descubridor del vino, guerrero en tierras lejanas… Sus historias son muchas. Su figura, multiforme.
Los numerosos y muy variados mitos que circulaban sobre su vida, sumados a la peculiar forma de adoración que recibía en los misterios dionisíacos, hicieron de él una figura atrayente, pero también muy discutida.
¡Qué mejor manera de comenzar el fin de semana que con un hilo de animales marinos en monedas de la antigua Grecia!⬇️⬇️
📷BM
Comencemos por algo sencillo: peces. Un ejemplo típico lo encontramos en este óbolo de plata de la ciudad Anfípolis (410-357 a.C.).
📷American Numismatic Society (ANS)
La ciudad de Cícico los introdujo en sus acuñaciones en diversas situaciones, sea nadando en libertad, como en el ejemplo de la izquierda (600-550 a.C.), o atrapados por un jinete en un delfín (550-475 a.C.).
El Sarcófago de Alejandro data de finales del siglo IV a.n.e y fue hallado en la ciudad fenicia de Sidón.
Su nombre no se debe a que haya pertenecido a Alejandro Magno, si no a que los elaborados relieves que lo recubren muestran escenas de este rey luchando contra persas ⬇️
Se han barajado varias hipótesis sobre su posible dueño. Aunque en un principio se creía que efectivamente podría haber sido Alejandro, esta posibilidad se descartó hace tiempo. Hoy predomina la idea de que un noble fenicio o iranio habría encomendado el sarcófago ⬇️
Su blanco marmóreo no debe engañarnos, porque, como es el caso para la mayoría de las obras de la Antigüedad, los frisos estaban pintados con vivos colores. Por fortuna, los pigmentos originales han dejado suficientes rastros como para realizar reconstrucciones tentativas ⬇️
A principios del siglo III a.C., un sacerdote de Babilonia comenzó la obra de su vida: escribir la historia de su pueblo desde la creación del universo hasta sus días. Y decidió hacerlo en griego.
¿Quién era este hombre y cuál fue su importancia? Hoy hablamos de Beroso ⬇️
Beroso (Bēl-re'ušunu en acadio, “Bel es su pastor”), a veces llamado “el Caldeo”, fue uno de los historiadores más peculiares de la Antigüedad.
Los datos certeros sobre su vida son escasos, pero, al contrario, abundan detalles interesantes y leyendas sumamente llamativas.
Respecto a la cronología, Beroso mismo se describía como contemporáneo de Alejandro Magno y de los primeros seléucidas. De hecho, dedicó su obra, “Babyloniaka”, una historia de Babilonia, al rey seléucida Antíoco I (r. 281-261 a.C.).
Con la campaña de Alejandro Magno, la India se abrió al mundo griego de una forma sin precedentes.
Y hubo un hombre responsable de revelar ese lejano y extraño país a sus compatriotas: hablamos de Megástenes, el embajador griego en la India⬇️
Para el año 304 a.C., la presencia política griega en el noroeste de la India se había prácticamente esfumado. Las conquistas de Alejandro se habían revelado efímeras tras su muerte, pues sus sucesores, más concentrados en los eventos del Mediterráneo, descuidaron la región.
Pero además, algo había cambiado desde los tiempos en que el rey macedonio se había enfrentado a Poros en el río Hidaspes. Atrás habían quedado los días en que una multitud de estados muy desiguales regía el extremo norte del subcontinente.
La famosa Biblioteca de Alejandría, aquella obra cultural que habría llegado a albergar todos los libros de la Antigüedad. Pero ¿que significa eso exactamente? ¿Acaso sabemos qué libros contenía la biblioteca en realidad? ¿Tenemos sus títulos y autores?
Un pequeño hilo⬇️
La Biblioteca de Alejandría era parte de una institución mayor, el Museion, un lugar dedicado a las Musas y cuyo propósito era servir de sitio de trabajo a intelectuales y poetas del mundo antiguo. Fundado por Ptolomeo I (367-283 a.e.c.) fue completada por su hijo, Ptolomeo II.
La Biblioteca era, pues, la colección de libros que se encontraba en el Museion. Las fuentes antiguas nos hablan de esta como una verdadera empresa cultural, interesada por el conocimiento en sí mismo y con objetivos universalistas: abarcarlo todo.