Cuán poco nos duró el gusto global por ese enfoque.
La piden en forma de exigencias de cosas menores al Estado: "dame más apoyos, cóbrame menos por el transporte público, cuídame de la sal y el azúcar, PORQUE YO NO PUEDO..."
Imbéciles.
Entre más se le exige al Estado, menos capacidad propia se asume y exhibe.
Eso tenemos hoy: un superávit de ñoños q exigen una nana desde una computadora portátil conectada a todo el mundo.
Este caminar en redondo, este ir y volver, esta vocación global de Sísifo me jode como un enano de manos muy frías columpiándose de mis bolas.
Cosas de humanos, quizá.
Cosas de imbéciles, sin duda.
Eso se requiere, hoy, para ganarle al populismo.
Qué sociedad pudo alumbrar a semejantes liderazgos? Cuáles fueron sus cualidades? Cuál, su discurso?
Y en México el (no) presidente es López.
Qué sociedad pudo alumbrar estos pinches esperpentos?
Cuáles fueron (y son) sus discursos y referencias?
Ahí está el origen de todo, manos.
Y de ahí deberá salir la solución. No hay otra forma.
Pero lo haremos. Y si no lo alcanzo a ver, siempre tendré el recuerdo de mi mundo, ese que se estremeció en los 80 y se abrió en los 90, floreciendo en forma maravillosa.
Y no es sólo que este me guste menos que el que considero mío: es también que no lo entiendo. Es demasiado imbécil para ser cierto.
Irreverente a full, entonces, ofensivo hoy.
Que lo disfruten.