Antes de nuestra marcha se celebró una reunión del partido, de despedida. Intervinieron los que marchaban al cosmódromo y los que se quedaban.
-Te deseamos un feliz vuelo. Cuando regreses del cosmos no vuelvas engreído ni altanero, se tan modesto como ahora.
- "Iré al próximo vuelo al cosmos, de todo corazón y con gran deseo de cumplir esta tarea como corresponde. Me adhiero a las numerosas colectividades de hombres de ciencia y obreros que han creado la nave espacial".
Aquella misma noche salimos en avión para el cosmódromo. Venía con nosotros Evgueni Anatólievich, nuestro jefe y médico; también Nikolaí Kamanin uno de los primeros héroes de la URSS.
A las 21:50 horas, Evgueni Anatólievich comprobó mi tensión arterial, temperatura y pulso. Todo era normal.
- Ahora a dormir. Me dijo.
- ¿A dormir? Bueno. Contesté sumiso.
A las 5:30 am el médico Evgueni Anatólievich entró en la alcoba y me zarandeó levemente por el hombro.
-Es hora de levantarse, Yuri.
-¿De levantarse? Bueno...
Salté de la cama instantáneamente, Guerman Titov se levantó también.
- No se distraiga de los aparatos. Me había advertido entonces, severamente, el jefe de mi patrulla. Recordaba que las emociones son las emociones, pero el trabajo está por encima de todo.
-¡Hasta pronto!
-¡En marcha!
Yo repuse al grito de ¡poiéjali! (поехали!, ‘allá vamos’).
Todo va normalmente. Me siento bien. Mi mirada se detuvo en el reloj. Sus agujas marcaban las 9:07 am hora de Moscú.
— Han pasado 70 segundos desde el despegue.
Yo contesté:
— Comprendido: 70 segundos. Me siento perfectamente. Continúo el vuelo. Aumentan las sobrecargas. Todo va bien.
— Se ha realizado la separación del cohete portador, según lo programado. Me siento bien.
Luego anuncié los parámetros de la cabina.
yo estuve trabajando todo el tiempo. Vigilaba las instalaciones de la nave, observaba a través de las portillas, y hacía anotaciones en el diario.
— ¡Yuri Gagarin! ¡Yuri Gagarin!, -Empezaron a gritar unos mecánicos que habían acudido, corriendo, de un campo cercano.
Eran los primeros hombres que encontraba en la Tierra después del vuelo.