Más allá de las fases epidemiológicas, esta crisis tiene, desde la perspectiva individual, tres etapas que deberemos cumplir con valor y sensatez.
Hoy en México estamos en la primera etapa, pero pronto deberemos pasar a la segunda; lo que viene NO es más sencillo, así que debemos prepararnos para hacer incluso lo que jamás hicimos antes.
Llegó, ahora sí, la hora de salvar al mundo.
Ahí requeriremos de antihéroes; de filántropos discretos; de benefactores anónimos. Piensen en ello, y prepárense.
#MiNombreEsMéxico