Tras obtener el permiso de la víctima para contarlo por aquí (sin detalles), aquí les traigo un caso que me asignaron hace 4 años.
Es uno de los más espeluznantes en los que he trabajado.
Abro hilo 👇🏼👇🏼👇🏼
El Colegio Profesional me pone en contacto con una chica que solicita un peritaje.
Soy el quinto perito al que le asignan el caso. Los cuatro anteriores lo han rechazado.
Esto ya empieza raro.
No leo nada que pueda justificar el rechazo de cuatro compañeros.
Me reuno con la cliente y comienzo a entender lo que ha ocurrido: ella relata una situación de acoso tan sutil y carente de indicios, tan basada en su intuición... que bien podría tratarse de impresiones suyas sin fundamento.
Me asegura que desde hace un año, sus vecinos del bloque la repudian y tratan mal. No puedo ni expresar el miedo y la sensación de “no puedo más” que trasmitía.
Algunos de los hechos que me cuenta reflejaban rechazo y asco hacia ella, mientras que otros reflejaban fijación y atracción obsesiva.
Pero yo ya había visto esto en casos de #AcosoEscolar
Me asegura estar convencida de que su ordenador está pirateado. No sabe decirme por qué lo cree, pero está segura de ello.
Decido centrarme en ello y acepto el caso.
Comienza el juego.
Tres dispositivos móviles, un portátil, un router, un descodificador para la tv y una red WIFI.
No hay nada más en la lista de objetivos (en un principio, más adelante hay sorpresas). No hay nadie a quien entrevistar, así que la fase dura poco.
✅ Dispositivos móviles limpios
✅ Decodificador limpio
✅ Portátil, sorprendentemente limpio
¡Pero si aquí no hay nada...!
¿Me falla el instinto?
A partir de aquí, cada paso que di me hizo sentir un escalofrío: prepárense.
No es habitual en redes domésticas y en usuarios tan poco conocedores de la informática como me cliente.
Los routers y dispositivos suelen venir configurados para tirar con DHCP.
Desde lo que se remonta la memoria del router, se han conectado 6 dispositivos.
¡Wait! ¿7?
1 TV decoder, 3 smartphones, 1 portátil...
¿Y esos 2 fuera de lista?
La cliente asegura no haber dado acceso a nadie.
Listamos las conecciones de la WIFI (si ha habido intrusos, es la vía de acceso por excelencia).
3 smartphones, 1 portátil... 1 dispositivo desconocido.
Fecha de última conexión:
AHORA
Monitorizo el tráfico y, efectivamente, hay un dispositivo desconocido conectado a la WIFI, con una IP asignada y emitiendo tráfico.
Parece que la chica va a tener razón.
La clave es que si está ahora conectado, está cerca. Muy cerca.
Con el corazón encogido, listo las conexiones LAN, rezando para que no aparezca.
Una única vez, 9 meses antes de mi visita.
Un escalofrío me recorre al comprender que, a las 03:17 de un miércoles, en cuya fecha la cliente se encontraba durmiendo en casa, alguien ha entrado en su vivienda y ha conectado por cable un portátil Acer a su router.
Le ha dado un ataque de ansiedad.
¿Peor a que alguien que te acosa haya entrado de madrugada en tu casa mientras duermes?
Me temo que sí.
Muchos ya habrán caído:
-Una conección LAN puntual con MAC de intruso.
-Una conección WIFI permanente con MAC de intruso que está generando tráfico ahora mismo.
¡HAY UNA CÁMARA ESCONDIDA EN EL PISO!
¿Sabrá que estoy tras sus pasos?
Con tacto, le cuento mi sospecha a la víctima.
Necesitamos otro descanso antes de poder continuar.
Le digo que quiero que se calme, finja normalidad y busque la cámara sin evidenciar que lo hace.
¿Por qué?
Además, debemos confirmar que es una cámara. Podría ser un micro, un móvil o una raspberry pi.
La luz de su dormitorio, justo sobre su cama, tiene una bombilla espía sin plafón.
Le hace una foto disimulando y me la muestra en el salón.
Reconozco el modelo: incluye sonido y grabación nocturna.
Estas cosas deberían ser ilegales salvo para FFCCSA.
Me lleva hasta una IP.
La rastreo:
La dirección es en la misma calle.
¿Quién vive en su mismo bloque?
¿Quién tiene llave de su casa para entrar de noche?
¿Quién tiene acceso a su buzón para dejarle regalitos?
¿Quién tiene acceso a la azotea para robarle braguitas?
Lo más claro:
¿Quién le cambia las bombillas?
SU CASERO.
Ya, ya... en su dormitorio.
Muchos me preguntan, tras contar un caso, las consecuencias legales.
El tipo no pisó cárcel por ser la primera vez (que se sepa).
Ella se fue, claro, y cobró costas e indemnización.
Les manda un saludo a todos y un mensaje “no dejen de confiar, pero tengan cuidado”.
-Indicios localizados.
-Pruebas documentadas.
-Informe pericial concluido.
-Caso cerrado.
Esta muchacha sufría un acoso terrible y nadie la creyó.
Investiguen incluso cuando no crean que haya nada que investigar: a veces la vida nos da un giro argumental.
Tengo permiso para difundir otros casos.
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