Se suele entender la atención como una "función del cerebro" o "componente cognitivo". Pero, ¿cómo podría entenderse la atención desde el análisis de conducta? #psicohilo
En primer lugar, deberíamos pasar de la "sustantivación" de la atención, a entenderla como un proceso o procedimiento, es decir, atender. Pasar de identificar la atención con una "cosa interna" a un proceso interactivo de un organismo con su ambiente (es decir, comportándose).
Será probablemente más correcto hablar de la "conducta de atender" que de atención en sí (aunque sea un concepto que pueda utilizarse para otros fines, no es tan útil si nos planteamos el objetivo de controlar y modificar el comportamiento, en lugar de describirlo y clasificarlo)
La "conducta de atender" no es una conducta única, sino que puede implicar diversos comportamientos (orientación del cuerpo hacia uno o varios estímulos, focalizar la parte central de nuestra visión en ello), a veces muy sutiles
con el objetivo quizás de no mostrar que se está atendiendo, o por intentar atender a varias cosas a la vez. Por ello, no hay una "conducta de atender" genérica, aunque haya ciertas clases de conductas que con mayor frecuencia se asocien con esto (orientación hacia el estímulo).
(¡Recordad que lo relevante no es la forma de la conducta, sino su función!)
Sin embargo, ¿por qué atendemos a unos estímulos y no a otros? ¿Es necesaria la atención para el aprendizaje? Aunque no lo parezca, estas preguntas están más relacionadas de lo que parece.
Seguramente todas/os conozcáis el condicionamiento clásico. Responder a un estímulo neutro como lo haríamos ante un EI tras su emparejamiento.
Dentro de este, se pueden dar diversos fenómenos que alteran la respuesta final ante el procedimiento de condicionamiento clásico.
Dentro de este, se pueden dar diversos fenómenos que alteran la respuesta final ante el procedimiento de condicionamiento clásico.
El fenómeno de pre-exposición al EC, también denominado inhibición latente, implica una reducción del aprendizaje acerca de que ese EC pre-expuesto prediga la aparición del EI, de forma que la RC será menor, o requerirá más ensayos para ser igual que en el procedimiento original.
¿Qué tiene que ver este ejemplo con la atención? Pues es sencillo: a medida que la aparición de un estímulo se vuelve repetida (pre-exposición del EC) sin ninguna consecuencia relevante para el organismo, se produce un decremento de la atención a este.
En la segunda fase, donde se asocian EC y EI, dada la menor atención prestada al EC (que era irrelevante para el organismo: no predecía nada), se aprenderá con más dificultad que este predice la aparición del EI.
Un ejemplo de esto podría darse en el caso de una persona que, al salir, siempre ve el cielo nublado, pero nunca ocurre nada (no llueve, existe la misma temperatura y climatología ambiental).
Progresivamente, irá dejando de prestar atención al cielo nublado (habituación al EN) y, en el caso de que llueva, tardará más en identificar el cielo nublado como un estímulo predictor adecuado de la lluvia.
Como puede verse, el antender es también una consecuencia del proceso de aprendizaje en interacción con el ambiente, pero ciertas situaciones (estímulos y relaciones entre ellos) también pueden facilitar el acto de atender (lo que conlleva a cambios en la conducta resultante).
Así, las "conductas de atender", podrían entenderse como una especie de "prerrequisitos" del aprendizaje (que también deben aprenderse). Es necesario que una paloma se gire hacia un lado de la caja para observar la aparición de un disco rojo, indicativo de la aparición de comida.
Aunque hay estímulos que "captan nuestra atención" de forma más innata (los estímulos incondicionales), en otros casos será necesario que aprendamos acerca de su relevancia o informatividad, a través de su aprendizaje asociativo con estos EIs.
Otro ejemplo está en el aprendizaje discriminativo, dentro del condicionamiento operante. Realizaremos más "conductas de atención" ante aquellas claves del medio que predicen que el realizar una conducta va a conllevar la obtención de una consecuencia.
Se podría poner el ejemplo de una paloma en una caja de Skinner, pero volvamos a los humanos. Una chica que, ante la respuesta acertada a una pregunta del profesor recibe su aprobación, estará más atenta a la aparición del discriminativo (formular una pregunta) que aquellos que
nunca sean premiados por este (quizás al profesor nunca le parezca adecuada ninguna pregunta, por elaborada que sea, teniendo unos criterios muy perfeccionistas, perdería la atención de sus alumnos al no reforzarles de forma adecuada).
Probablemente también preste más atención al resto de explicaciones del profesor, para que esto aumente la probabilidad de que dé una respuesta acertada, si esto ya está en su repertorio. En caso contrario, podría reforzarse la atención continua a las explicaciones del profesor.
En definitiva, con estos ejemplos vemos cómo el atender, lejos de ser un elemento intrínseco a la persona, depende del contexto y los aprendizajes previos a los que esta ha sido sometida (en función de las consecuencias, su relevancia, e información del medio estimular)
Quizás, desde esta perspectiva, encontraríamos más interesante pasar de hablar de niños "con déficit de atención", a niños que han aprendido a no prestar atención a ciertos elementos, frente a otros, con las repercusiones que esto tiene en ciertos contextos de aprendizaje.
(Independientemente de que este aprendizaje haya sido o no facilitado por algún tipo de predisposición no aprendida a ello).
